En 1823, el incipiente imperio estadounidense lanzó su denominada doctrina Monroe que planteaba la no intervención de las potencias europeas en asuntos del continente, pero si garantizaba el dominio de Estados Unidos en la región, «América para los americanos», es la frase que resume el plan neocolonial.
En el continente estaba en plena vigencia un proceso independentista, liderado por Simón Bolívar, que planteaba la integración latinoamericana y una confederación de naciones para enfrentar las amenazas de cualquier viejo o nuevo imperio.
Esa lucha parece seguir vigente, según denunció este martes la canciller venezolana Delcy Rodríguez, durante una entrevista en un canal nacional. «Es una lucha entre el monroismo y el bolivarianismo», dijo la canciller al referirse a la actuación actual de la Organización de Estados Americanos y sus acciones para favorecer una intervención a Venezuela.
La ministra para Relaciones Exteriores venezolana declaró acerca de un comunicado que firmaron once países latinoamericanos en una clara intervención en asuntos internos de Venezuela.
Al respecto, Rodríguez señaló que este documento evidencia el doble estándar al pretender señalar a Venezuela, no solo por la violación que cometen de principios internacionales como el de no intervención en los asuntos internos de las naciones y el derecho a la autodeterminación de los pueblos, sino porque «no tienen moral para hablar del vigoroso sistema de derechos humanos que existe en el país».
La canciller advirtió que del grupo de países que pretenden juzgar a Venezuela, el país suramericano es el único que puede «exhibir ante el mundo una democracia participativa y protagónia».
Sobre la OEA dijo que es una organización que tiene un penoso expediente intervencionismo y de apoyo a invasiones estadounidenses en América Latina, pero que su actual secretario general, Luis Almagro, la ha desacreditado aún más.
JS