El presidente estadounidense, Donald J. Trump, ha vuelto a declarar abiertamente sus intenciones de arremeter contra territorio de Corea del Norte, en una nueva escalada de las tensiones entre ambas naciones que podrían desencadenar incluso en una guerra nuclear.
Un comunicado oficial da cuenta de las palabras que emitió el mandatario en conversación telefónica con su homólogo francés, Emmanuel Macron. «Declaró que EE.UU. está listo, junto con sus aliados, para emplear un abanico completo de medidas diplomáticas, económicas y militares para lograr el objetivo», reza el documento.
En los días recientes, el preludio de guerra ha ido en aumento, pues las amenazas y retos que intercambian son cada vez más peligrosos. El mismo Trump ya había mencionado que cualquier intento de ataque contra su nación, tendría repercusiones sin precedentes: “Es mejor no hacer más amenazas a los Estados Unidos… o se verán fuego y furia como el mundo nunca ha visto”.
Del lado de Kim Jong-Un, la amenaza de atacar Guam, territorio insular asiático bajo dominio estadounidense, en el cual cuentan con dos bases y más de seis mil funcionarios militares, habría desatado las alarmas en Washington.
Tras la respuesta de la Casa Blanca, Pionyang emitió una alerta a sus unidades de defensa civil, llamándolas a mantenerse en estado de espera de emergencia, para lo cual ha enviado la orden a través de correos electrónicos, según una fuente en Yanggang, provincia norcoreana citada por RT.
Según otra fuente también aludida desde el portal ruso, se habla del empleo de helicópteros para distribuir el periódico “Rodong Sinmun”, que contendría el mensaje entre sus páginas y que estaría dirigido a los comités del Partido del Trabajo de Corea, desde la Comisión Militar Central del mismo.
Antecedentes cercanos
A finales del mes de julio, Corea del Norte hizo la que hasta ahora es su última prueba con un misil balístico intercontinental, el Hwasong-14, que cayó en aguas exclusivas japonesas tras viajar casi mil kilómetros.
La respuesta de Washington fue probar su antimisiles THAAD (Terminal High Altitude Area Defense).
Expertos señalan que los grandes perjudicados en caso de que el conflicto termine por derivar en una confrontación con armamento a gran escala serían Japón y Corea del Sur, aunque también han evaluado que no llegará a desatarse la guerra entre ambas naciones. De momento, la tensión es permanente y el mundo entero tiene los ojos puestos en la península coreana.
JI
El Pentágono dice estar listo para «luchar esta noche» contra Corea del Norte