Más de 850 barcos regresaron al puerto de Xiamen, en la provincia de Fujian, en el sureste de China, alertados de la llegada del tifón María, el octavo de este año.

Además, unos 200 trenes hacia o desde Fujian han suspendido operaciones, al igual que los vuelos comerciales. También las escuelas y fábricas en las áreas costeras fueron cerradas. La mayor parte del trabajo al aire libre fue suspendido.

De acuerdo con el Centro para los Datos y Aplicaciones de los Satélites de Recursos del país asiático, China usa dos de sus satélites de observación de la Tierra para el seguimiento del tifón.


Autoridades locales aseguraron que hay 1.500 trabajadores preparados para reparar los daños causados por el tifón y realizar misiones de rescate del ciclón más intenso del Pacífico en 2018.

ER