En las calles de toda Rusia, aún se pueden observar cientos de mosaicos y murales alusivos al comunismo, una suerte de propaganda soviética que se hizo viral en la década de los 70 y 80s.
Eslóganes como: «La madre patria llama», «Construimos el comunismo» y «Todo el poder a los sóviets, la tierra para los campesinos, la paz para la gente y pan para los hambrientos», se pueden leer en estas piezas artísticas que sirvieron de medio para acercar el mensaje al pueblo.
En las escuelas se podían ver estos trabajos con imágenes de pioneros, también podían verse a los soldados del Ejército Rojo, como en la estación del metro de Ivánovo, al igual que en los centros deportivos, se veían a los medallistas olímpicos y en las fábricas, se mostraban a alegres trabajadores.
Los murales eran de grandes dimensiones, había obras en edificios de hasta ocho pisos, así como amplios e imponentes mosaicos como el que está en el interior del Museo Central de las Fuerzas Armadas en Moscú, el cual mantiene fuertes lazos con el pasado soviético.
VTB