Tras celebrar la noticia durante la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, el mandatario recordó que fue esa una de las condiciones exigidas por el Gobierno para empezar las rondas de reuniones formales con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Ese movimiento entregó este jueves al expolítico a una comisión humanitaria encargada de llevarlo hasta Quibdó, capital del departamento de Chocó.
Durante su discurso en el foro el gobernante confirmó que el venidero martes comenzarán los diálogos con ese grupo rebelde en Quito, Ecuador, a fin de conseguir un escenario de distensión completo.
Esta mañana salieron de la cárcel dos guerrilleros de esa organización quienes fueron beneficiados con un indulto.
El pasado 24 de noviembre el jefe de Estado y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Timoleón Jiménez, suscribieron el pacto definitivo con el que se comprometieron a terminar el largo conflicto entre ambas partes.
Además del cese el fuego bilateral y el desarme de los insurgentes, dicho documento contempla otras disposiciones como el desarrollo de un programa para sustituir cultivos de uso ilícito por otros plantíos e iniciativas dirigidas a mejorar las condiciones de vida en el campo colombiano.
Analistas y otras figuras del escenario nacional insisten en que sin el ELN, menos numeroso que las FARC-EP pero igualmente activo hace medio siglo, la paz de Colombia estará incompleta.
La guerra interna colombiana ha dejado unos 300 mil muertos, casi siete millones de desplazados de sus lugares de origen y al menos 60 mil desparecidos.