Pedro Sánchez no muestra ningún tipo de vacilaciones ante el ultimátum hecho por el president de la Generalitat, Quim Torra, quien amenazó con retirar el apoyo al Jefe de Gobierno del Reino de España en el Parlamento, si no aprobaba para el mes de noviembre el referéndum para concretar la autodeterminación de Catalunya.
La idea de Torra era dejar sin apoyo a Sánchez, que sólo cuenta con 84 diputados en el Congreso y necesita de los votos independentistas para aprobar sus propuestas.
Torra, quien tomó por sorpresa a su bancada pues en ningún momento les informó sobre sus planes de poner entre la espada y la pared a Sánchez, ha tenido que recular en su intento. El rápido rechazo a su propuesta y la falta de apoyo entre las filas independentistas lo llevó a enviar una misiva al Jefe de Gobierno, en donde le solicita una reunión y no menciona ninguna fecha límite.
Igualmente, pide “concretar los términos del diálogo” con lo que parece haber escuchado lo que la ministra portavoz, Isabel Celaá, le recomendó ayer, que no es otra cosa que recuperar la senda del diálogo en el marco de la ley.
Celaá dejó claro además que el Gobierno «no acepta ultimátums» y que Torra no tenía que esperar a noviembre para conocer la postura del Ejecutivo: «La contestación es autogobierno sí, independencia no. El gobierno catalán debe respetar la convivencia y los derechos de nacionalistas y no nacionalistas”.
ARG
