Reportan medios internacionales que el Vaticano se encuentra en un inusual aprieto, pues casi todas las integrantes de una pequeña orden religiosa francesa amenazaron con renunciar a sus votos como muestra de desacuerdo con la Santa Sede, que anunció su deseo de destituir a su madre superiora.

El enfrentamiento entre el grupo de 39 monjas —que tienen entre 60 y 70 años— y la jerarquía del Vaticano se estuvo gestando durante años, pero estalló en 2017 cuando las autoridades eclesiásticas ordenaron retirar de su cargo a María de Saint Michel, a la que Roma considera «autoritaria» y de la que denuncia «un grave conflicto de lealtad».
Las religiosas argumentan que los comisionados de la Iglesia católica enviados para reemplazar a Saint Michel —también sobrina del fundador de la orden— no comprenden su forma de vida ni su espiritualidad. Por su parte, el Vaticano insiste en que encontró autoritarismo excesivo y problemas de gestión en la orden. De hecho, añade que dos años después de que la madre superiora ocupara su cargo, en 2000, seis monjas abandonaron la congregación.
Se niegan a aceptar que el Vaticano bote a la superiora
El director de asuntos religiosos del Vaticano, el cardenal João Braz di Aviz, instó en julio a las hermanas a comportarse de manera «religiosa y responsable» y nombró una comisión para ejecutar la orden. No obstante, las novicias se negaron a aceptarla y mantuvieron a Saint Michel en su cargo.
En noviembre pasado, 34 de las monjas emitieron un comunicado manifestando que no tenían más remedio que abandonar sus votos religiosos y que no se trataba de un sacrificio hecho «a la ligera». Según ellas, quieren seguir «en comunicación» con la Iglesia, pero no están dispuestas a «obedecer las órdenes», situación que ha ganado la simpatía y el apoyo de unos 3 mil 900 firmantes de una petición en línea que exige la restitución de la superiora.
FF