Este sábado 23 de septiembre será el final del mundo, según la profecía que sitúa una colisión entre la Tierra y el falso planeta Nibiru. Al menos así lo ha “predicho” el australiano David Meade, escritor del libro Planet X, The 2017 Arrival (Planeta X, la llegada de 2017).
Esta teoría se basa en las investigaciones del investigador estadounidense, Percival Lowell, quien a principios del siglo XX aseguraba la existencia de un planeta “oculto” más allá de Neptuno, hasta entonces el más lejano conocido. Investigaciones posteriores basadas en la búsqueda de Powell darían pie al hallazgo de Plutón.
Ahora, Meada no solo echa mano del ya mítico planeta ficticio, sino que se fundamente en una muy libre interpretación de la Biblia: este 23 será el día 33 luego del último eclipse solar, y la importancia de este número radicaría en la edad de Cristo al ser crucificado y son las veces en que se menciona a Dios en dicho libro sagrado para el cristianismo.
La viralización del fin del mundo en internet ha obligado a la propia Nasa a desmentir las afirmaciones sin basamento científico que dan pie a este apocalipsis. A través de un comunicado, han reafirmado la no existencia de ese cuerpo celeste.
“Nibiru y las demás historias sobre planetas errantes son un bulo de Internet. No existen pruebas sobre la existencia de estos planetas. Si Nibiru o el Planeta X se dirigieran hacia la Tierra como para colisionar este año, los astrónomos los hubieran detectado desde hace al menos una década y hoy sería visible a simple vista en el cielo”, es parte de la contundente respuesta a la ola de teorías.
Otras historias
En el año 1976, Zecharia Sitchin, ufólogo de origen ruso, aseguró a través de un libro que había descubierto en unas tablillas de la antigua Mesopotamia la existencia de un planeta más en el Sistema Solar, aunque solo lo “visitaba” cada 3.600 años, teniendo una órbita muy grande que entraba y salía del mismo. De él provienen, según Sitchin, los Annunaki, raza responsable de crear a los humanos como raza esclava.
Ya a mediados de la década de los 90’, la también estadounidense Nancy Lieder creó un foro en internet llamado ZetaTalk, mediante el cual comenzó a hablar entre otras cosas de un planeta que llegaría en 2003 a hacer contacto con la Tierra, y aunque no lo tocaría, la cercanía de su gran masa (cuatro veces la terrestre) ocasionaría un cataclismo. Esto, decía, se lo contaban los Zeta, raza alienígena, por supuesto, a través de un dispositivo que le implantaron durante una abducción.
JI