La pedofilia es un transtorno sexual caracterizado por la presencia de fantasías recurrentes y productoras de un elevado nivel de excitación, en el que el objeto de deseo son niños o niñas. Los expertos señalan que para hablar de pedofilia debe haber una distancia mínima de 5 años entre el pedófilo y el infante. Se considera pedófila a una persona mayor de 18 años que se excita con púberes de 13, o una de 20 o más que fantasea con un – adolescente de 15.
En nuestras sociedades se ha visto con cierta naturalidad las relaciones amorosas entre quinceañeras y hombres más de 5 años mayores que ellas. Esa “naturalización” de la pedofilia se presenta con frecuencia en la música popular, sobre todo en forma de “fantasías” con colegialas. VTactual te regala 7 ejemplos para que te deleites con estas «golosinas” presentadas por orden de intensidad.
7. Hombres G: “No te puedo besar” (1985)
Este tema está cargado de una ternura e inocencia digna del grupo Menudo cuyos integrantes eran menores de 15 años. No está mal cantarle al amor adolescente. Sin embargo el protagonista de esta historia conduce un auto para buscar a su amada al colegio y se siente un poco viejo al verla “vestida de uniforme”.
6. Silvestre Dangond: “La Colegiala” (2004)
Esta pieza escrita por el mismo Dangond fue su primer éxito en su Colombia natal. En esas tierras ya existía en antecedente de “La Colegiala” – popularizada por Gary Low – así que sólo tuvo que tomar al “objeto de inspiración” y ser un poco más explícito sobre las intenciones que quedaron ocultas en su predecesora: «Anda dime lo que quieras, se que eres la niña para enamorarme (…) Ay no tienes escapatoria conmigo seras mia contra viento y marea. Un guajiro como yo empedernido por mujeres como tu hace lo que sea»
5. Braulio: “Pequeña amante” (1978)
El mexicano Braulio nos cuenta la historia de la ruptura de una relación amorosa entre un adulto y su amante adolescente. Lo curioso es que el sentimiento de culpa se lo achaca a ella y él parece tener la conciencia tranquila por su práctica de la pedofilia:“Pequeña amante, deja de huirme la mirada, ya sé que estás enamorada (de otro), y que ante mí te sientes mala (…) dieciséis años son tan pocos, que yo debí volverme loco, para que así llegara a amarte ”.
4. Grupo Cariaco: “Cuerpo a cuerpo” (1989)
En la década de la Salsa Erótica no podía faltar un tema dedicado a una colegiala. Esta vez es el grupo colombiano “Cariaco” el artífice de este éxito que sonó en toda América Latina. En él, un hombre enamorado le pide a su amante que no vaya al colegio porque le quiere hacer el sexo oral: “Ay quedate, hoy no vayas al colegio, quiero seguir a tu lado amor, chupar el néctar de tu flor”
3. Emmanuel: “Luces de Bohemia para Elisa” (1986)
Está canción compuesta por el español José María Cano (Mecano) e interpretada por el mexicano Emmanuel relata la historia de un hombre que acecha y aborda a una niña de «pechos diminutos» cuando sale de su academia de Balet: «Niña bailarina y yo detrás. De tus pantorrillas aceradas, yo colgaba mis miradas, mientras iba maquinando…Dónde, cómo, cómo y cuándo se le ataca a una puberta en flor. Cuesta tanto armarse de valor”
2. Miranda: “El Profe” (2004)
El video, al mejor estilo de un manga japonés, muestra a un montón de colegialas “muy bien desarrolladas” y con las “hormonas revueltas” deseando aprender sobre artes amatorias. Esta agrupación argentina es bastante explícita en sus intenciones con las niñas: “Quisiera que me mientas cuando pregunte tu edad (…) Yo quiero hacerte las cosas más sucias de modo elegante. Yo quiero que te toques para mi. Quiero tocarme y acabar en ti. ¡Ay, si supieras como me emociona de solo pensarlo!”
1. Ataque 77: “Páginas pegadas” (1995)
Si se otorgara un Grammy a la canción más pedófila de la historia, este grupo de rock argentino se lo ganaría. El compositor, Ciro Pertusi, dijo en una entrevista en el 97, haciéndo gala de su pedofilia: “me hago cargo, no tengo drama (…) He vivido experiencias con nenas de 7 años”. Aquí un pequeño extracto de esta joya musical: “Quisiera llevarte a pasear, comprarte juguetes y hablar (…) Juguemos al doctor, juguemos nada más. Noches de insomnio, ritos en tu honor. Revistas con tus fotos, secretos de cajón. Páginas pegadas, mi mano sin control. Jugo de perlas derretidas para vos. Sobre tu abdomen sentirás, que cae plasticola natural, leche condensada de pasión”.
Enza García Margarit