En Ecuador es evidente que existe una profunda ruptura dentro de Alianza País (AP), movimiento político que ha estado al mando de la nación suramericana desde 2007. Lo que no está todavía muy claro es ¿adónde va Lenin Moreno con todo el revuelo generado?
Todo parecía indicar una sucesión perfecta entre este y su predecesor Rafael Correa, quien fue un apoyo fundamental para Moreno durante la campaña electoral presidencial. Pero la luna de miel fue breve para los presidentes. El nuevo mandatario, poco a poco, fue deslindándose de la Revolución Ciudadana y declaró una lucha frontal contra la corrupción, atacando incluso a su compañero de fórmula electoral y vicepresidente del país, Jorge Glas.
Correa, al contrario, ha defendido a Glas a capa y espada, afirmando que no existen pruebas reales de los vínculos del vicepresidente con la corrupción de Odebrecht. Lo cierto es que Moreno a principios de agosto le retiró todas las competencias a Glas luego de que éste no aceptara renunciar, y posteriormente apoyó las investigaciones contra su excompañero de fórmula.
El mundo debe saberlo: en el caso de corrupción de Odebrecht, el único “inocente” es…¡Odebrecht!
Pactaron con la empresa para involucrar sin pruebas al vicepresidente, y así apoderarse de la Vicepresidencia de la República del Ecuador.
¡Algún día tendrán que responder!— Rafael Correa (@MashiRafael) November 9, 2017
Toda esta ruptura, además, ha generado fuertes disputas a lo interno de AP, cuya Dirección Nacional destituyó el 31 de octubre pasado a Lenin Moreno como presidente del partido. Éste a su vez, pidió una medida cautelar ante el Tribunal de Garantías Penales de Pichincha, que le fue concedida, restituyéndolo como presidente de AP. Posteriormente, la Dirección Nacional presentó una querella ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) sobre la decisión del Tribunal, la cual hasta ahora no ha sido respondida.
La Dirección Nacional de @35PAIS expresa su postura frente a la coyuntura interna. @GabrielaEsPais @RicardoPatinoEC @MashiRafael pic.twitter.com/ujdcp5zYaI
— Movimiento Alianza PAIS (@35PAIS) November 1, 2017
Evidente cambio de dirección
En octubre, el mismo día que fue detenido Glas, el presidente también anunció la convocatoria de una consulta popular que podría destruir ciertos logros de la Revolución Ciudadana y beneficiar a la derecha ecuatoriana, ensanchando la ruptura de AP. Los temas son:
- Supresión de derechos políticos a culpables de corrupción.
- Ampliación en 50.000 hectáreas de la Zona Intangible del Yasuní para reducir el área de explotación petrolera.
- Restricción de la minería metálica.
- Protección a la niñez, para que los crímenes sexuales contra niños y adolescentes no prescriban.
- Elección de nuevos miembros del Consejo de Participación Ciudadana.
- Dejar sin efecto la enmienda constitucional de 2015, con la cual se permitió la reelección indefinida en cargos de elección popular.
- Eliminación de la ley de Plusvalía, aprobada en diciembre de 2016, la cual generó varias protestas en el país.
- La postura de quienes ahora adversan a Moreno, y apoyan a Correa, afirman que no están “en contra de todas las preguntas, ni mucho menos de la herramienta democrática de la consulta popular», pero rechazan «la manipulación y la demagogia» con la que se pretende usar este instrumento para «legitimar el viraje restaurador, conservador y procorporaciones del Gobierno, su entrega a la vieja partidocracia», en palabras de Gabriela Rivadeneira, secretaria ejecutiva de AP, en su página web personal.
Casi todas las propuestas coinciden con la línea política y agenda de trabajo de AP, pero hay dos en especial que generan ruido para muchos militantes de la izquierda en Ecuador: la eliminación de la Ley de Plusvalía y de la reelección continua, ambas medidas que pretendía adoptar el candidato de la derecha para la presidencia, Enrique Lasso, quien sin tapujos ha defendido la consulta popular de Moreno. Y como decía Hugo Chávez: si ellos (la derecha) te aplauden, es porque lo estás haciendo mal.
JA