Gracias a la iniciativa de un joven argentino de apenas 21 años llamado Gino Tubaro, quien ha innovado el mundo de la ortopedia con sus diseños libres de derecho de autor, estas piezas mecánicas estarían disponibles para cualquier persona que cuente solo con la posibilidad una impresora en 3D, cambiando para significativamente sus vidas y a muy bajo costo.

Para esto, Tubaro se vale del proyecto «Limbs» (extremidades, en inglés) que inició en su adolescencia, ya que siempre ha querido ayudar a las personas por encima de cualquier tipo de ganancia, lo cual dista mucho de los principios del mercado y las corporaciones multinacionales tanto farmacéuticas como de salud que mercantilizan cualquier idea como esta por medio de la compra de patentes a inventores y creadores.
Este visionario muchacho, quien comenzó apenas desarmando aparatos electrodomésticos, hoy en día diseña los modelos de manos y brazos en 3D, cuyos archivos de datos (de código de libre reproducción) son compartidos y distribuidos por medio de la páginas web de la ONG Atomic Lab (para peticiones, donativos, ser embajadores o voluntarios) a precios que oscilan entre 15 o 25 dólares.

A pesar de que esta noble causa ya cuenta con un miles de colaboradores a nivel internacional que han ayudado a cambiar la cotidianidad y romper las barreras de la discapacidad de muchas personas, en especial niños por sus llamativos diseños, aún hace falta acabar con el cerco económico que implican las regulaciones sanitarias en muchos países que impiden su expansión.
De las 600 personas que las utilizan, «ninguno se murió» ni «lastimó a nadie; o sea, es un producto que está probado«, respalda su invención el argentino.
Todo esto para romper también con las campañas de descrédito de las cuales también ha sido objeto este proyecto que va más allá del negocio y no se ven las prótesis solo como una simple mercancía sino que busca el lado más sensible de lo que pudiese ser una tragedia para la humanidad a través de la solidaridad y la oportunidad del libre acceso para todos los que cuenten con las condiciones logísticas mínimas para la impresión en 3D.
LM