No anotó los goles… dio una asistencia y un recital de buen fútbol.
Cuando su equipo más lo necesitó, apareció el brasileño (con un peinado estilo mohicano) y sostuvo a un PSG que se metió por primera vez en su historia en las semifinales de la Liga de Campeones de Europa.
A pesar del dominio parisino desde el inicio, los italianos fueron los que se pusieron arriba en el marcador gracias a un gol de Pasalic a los 27 minutos. Le salían las cosas muy bien a un Atalanta que continuaba con una gran presión desde la salida del balón y dificultaba el juego al PSG.
Neymar no se amilanó y continuó desplegando su mejor fútbol por toda la cancha pero sin recompensa. Ante las ausencias de Verrati y Di Maria, un Mbappé entre algodones y un Atalanta venido arriba, Ney demostró por qué es considerado uno de los mejores jugadores del mundo.
A pesar de todo el esfuerzo del brasileño, el PSG parecía destinado a caer en cuartos de final una vez más. Pero la entrada del lesionado Mbappé a mediados del segundo tiempo despertó a los parisinos y les dio un segundo aire.
Cuando más difíciles estaban las cosas y se agotaba el tiempo, minuto 90, un centro de Neymar encontró a Marquinhos en el 2do palo para igualar las acciones y cambiar radicalmente el encuentro.
Tres minutos más tarde una combinación Neymar-Mbappé-Choupo-Moting la daría el gol de a ventaja a los franceses y el pase a las semifinales.
El PSG esperará para enfrentar la próxima semana al ganador del encuentro entre el Atlético de Madrid español y el Leipzig alemán.
Junior Cordero/VTActual