La puerta trasera de la historia política aguarda a Mauricio Macri, quien debe entregar el gobierno el próximo 10 de diciembre. Luego de cinco años de retrocesos en casi todos los registros económicos y sociales, el empresario deja a la nación austral en un abismo del cual será difícil retornar en el corto pazo. En su discurso grabado de despedida, Macri pronunció la que será una frase para recordarle eternamente: “nuestro país es muy diferente al de 2015”.
Tal vez esa es una de las pocas declaraciones en las que el mandatario atinó a decir la verdad, y es que las comparaciones, que son extremadamente odiosas, se hacen necesarias para evidenciar que el presidente saliente tiene la razón. Al menos en este caso.
En 2015, último año de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Argentina terminó siendo calificada por primera vez en su historia como una economía de alto ingreso por el Banco Mundial. Terminó siendo ese año el segundo país de Suramérica con mayor índice de desarrollo humano por detrás de Chile. Tuvo un crecimiento de su industria superior al 18% y un crecimiento general de 2,37%. Durante los dos períodos de CFK, el PIB creció de 329 mil millones a 548 mil millones de dólares. Sumados los períodos de su esposo Néstor y el de la ex presidenta, la clase media argentina se duplicó.
Cuando se tienen cifras de esta naturaleza en la Argentina justicialista, el gobierno neoliberal de Macri resultó tan catastrófico como errar un penalti sin portero.
La despedida del empresario
Macri admitió lo que toda Argentina ya sentía desde hace tiempo: no se siente “satisfecho” con las políticas económicas. «Nuestro país es muy diferente al de diciembre de 2015. Cambiaron muchas cosas en nuestras vidas y en nuestros proyectos familiares», y vaya que cambiaron.
Mauricio Macri deja un país con un aumento de la pobreza del 40,8%, lo que afecta a unas 16 millones de personas. Entre esa pobreza, hay 8,9% de incremento en la indigencia, unos 3,6 millones de personas. La inflación interanual durante su gobierno culminará con 55,8% y la devaluación del peso en comparación con el dólar fue de 100%. Macri endeudó al país con el Fondo Monetario Internacional por unos 324.898 millones de dólares y el PIB se desplomó en casi 3% sólo en 2019. Gracias a estos indicadores, se esperan al menos dos años más de caída económica para Argentina.
La presentación de estas cifras resulta bastante incómoda, pero al mismo tiempo es tan fría y exacta como los números mismos. Muy pocos argentinos recordarán gratamente al presidente saliente de un país que pasó de la bonanza a la miseria en menos de cinco años.
RB/VTactual
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