Con pancartas, bloqueo de vías y consignas anticapitalistas, fueron recibidos en Canadá los líderes del G7, instancia que agrupa a las siete naciones más ricas del mundo.
Bajo una custodia policial impresionante, los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, llegaron Quebec, ciudad que más bien, parecía una fortaleza amurallada.
El líder que acaparó el repudio de los manifestantes, fue el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien a raíz de sus políticas belicistas y de explotación irracional de recursos, se ha ganado el rechazo de movimientos políticos, conservacionistas y defensores de los Derechos Humanos.
Esta cumbre del G7 promete estar llena de polémicas ante el proteccionismo aplicado a sus productos y las altas tarifas aduaneras que impone EE.UU a sus socios. Todo este clima a perturbado el relativo buen ambiente que ha imperado en cumbres anteriores.
«Tal vez le de igual al presidente estadounidense estar aislado, pero a nosotros también nos daría igual ser solo seis si fuera necesario, porque esos seis representan valores, representan un mercado económico con una historia y una verdadera fuerza internacional», aseguró el mandatario francés Emmanuel Macron
Es preciso recordar que Macron, señaló en relación al aislamiento de EE.UU por sus políticas, que “no pasaría nada si en vez de siete, fueran seis”.


RB