InicioInternacionalesJusticia en España y su parecido con la Inquisición

Justicia en España y su parecido con la Inquisición

Con la confirmación del Tribunal Supremo de España sobe la condena al rapero Valtonyc, que tendrá que cumplir tres años de cárcel por cantar contra la corona, se da una contundente declaración contra la liberta de expresión en el país europeo.

La sala número II de ese tribunal determinó que José Miguel Arenas Beltrán, mejor conocido por su nombre artístico, es culpable de «enaltecimiento del terrorismo», «calumnias e injurias graves a la Corona» y «amenazas no condicionales» en el contenido de sus temas.

“Los referidos contenidos no quedan amparados por la libertad de expresión o difusión de opiniones invocada por el acusado y su defensa”, alega el Tribunal español, para el cual los mensajes contenidos en las canciones del Valtonyc representan “reiteradas amenazas de muerte dirigidas nominativamente”.

Igualmente, aseguran que en sus líricas abundan palabras de apología al terrorismo, además de estar dirigidas contra la Corona española y constituyen «una situación de riesgo para las personas o derechos de terceros o para el propio sistema de libertades”.

 

«Lo que estamos viendo es inaudito e impropio de una democracia plural”

Para la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI), la condena a Valtonyc representa fielmente algo digno de ser comparado con los tiempos de la Inquisición. «Lo que estamos viendo es inaudito e impropio de una democracia plural: la persecución de la canción protesta”, aseguró al respecto la presidenta de la PDLI, Virginia Pérez Alonso.

El abogado Joan Baratra, citado por público.es, explicó que “los ordenamientos no pueden otorgar una protección especial y cualificada a sus cargos e instituciones más importantes (como es en este caso el rey), sino más bien al contrario, permitir un mayor grado de crítica e incluso ataque por tratarse de instituciones públicas que deben encontrarse sujetas al cuestionamiento y escrutinio ciudadano en el marco de una democracia”.

Igualmente, evaluó como negativo el hecho de que «expresiones genéricas de deseos u otra forma de provocación en este terreno, por más ofensivas y reprobables que puedan ser, no pueden ser perseguidas sin incurrir en el riesgo de crear un ambiente de intimidación» que podría afectar a quienes buscan expresarse «en el seno de una sociedad plural y democrática”.

JI

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