InicioInternacionalesEl infierno de vivir bajo el yugo del Príncipe Gurdjieff

El infierno de vivir bajo el yugo del Príncipe Gurdjieff

Se hacía llamar «El Príncipe» y se consideraba un enviado de Dios. Aseguraba que necesitaba mujeres para que cuidasen de él, a cambio les ofrecía retoques estéticos y sexo. El peruano Félix Steven Manrique Gómez, es el responsable que la joven española Patricia Aguilar haya estado más de un año desaparecida tras marcharse de su casa en Alicante, España.

El sujeto mantenía en esclavitud sexual a la española y a otras mujeres en la selva de San Martín de Pangoa y decía que estaba predestinado para repoblar el mundo embarazándolas. El “Príncipe Gurdjieff” atrapaba a sus víctimas a través de las redes sociales.

Patricia Aguilar

Félix Manrique tiene 35 años, terminó la secundaria y es técnico electricista, pero en Facebook y en YouTube usaba diferentes nombres y perfiles, se presentaba como un elegido, un salvador ante el inminente fin del mundo.

Se enfocaba en mujeres jóvenes, a quienes pudiera subyugar con facilidad, chicas que le rindieran adoración, que le hicieran reverencia. Él les decía que tenía las respuestas a sus preguntas y es que siempre se enfocaba en mujeres en condición de vulnerabilidad emocional.

Por su parte, Alberto Aguilar, padre de Patricia, llevaba desde el 9 de junio en Lima impulsando la investigación abierta en el país andino por la Fiscalía de Trata de Personas contra Félix Steven Manrique, acción que logró su detención.

Se conoció que la situación de la familia continúa siendo complicada, una prima de la joven ilicitana, Noelia Bru, asegura que tras tanto tiempo en la secta

«está totalmente anulada, es otra persona. La hemos rescatado, pero no la hemos recuperado, el daño ya está hecho».

Félix Steven Manrique Gómez mantenía retenidas a mujeres en condición de vulnerabilidad emocional

El miércoles, cuando fue detenido por la policía peruana en una casa del centro poblado Alto Celendín, el falso gurú se mostró sorprendido y renuente a acompañar a las autoridades.

Manrique asegura que no contacta con las mujeres para explotarlas, pero no se le conoce trabajo. Durante el seguimiento que le hizo la policía, una de las mujeres y su esposa salían a trabajar a un restaurante mientras él se quedaba en la casa. Cuando el grupo vivía en Lima, en 2017, ellas se dedicaban al comercio ambulante para mantenerlo económicamente.

Su mundo paralelo en Internet

Manrique, grabó decenas de audios con imágenes de contenido esotérico que subió hace un par de años a YouTube, explicando su supuesta doctrina apocalíptica. No usó su voz, sino un software de locución de textos con acento español.

En la audiencia del jueves, en la que la fiscalía pidió prorrogar su detención, Manrique mostró un nivel superficial de conocimientos, cuya fuente parece ser el Internet.

Las mujeres rescatadas se encuentran en el Ministerio de la Mujer en Perú, donde están siendo evaluadas por especialistas para saber el nivel de afectación que han tenido respecto a esta situación de trance que han vivido durante los últimos años.

GG

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