El presidente de Francia, François Hollande, dijo este viernes que el presupuesto de defensa de su país, que actualmente se sitúa en el 1,8 % del producto interior bruto (PIB), debería subir hasta el 2 % en cinco años, dada las necesidades para “proteger a los franceses”.
Tras recordar que el presupuesto del Ministerio de Defensa se incrementará en 600 millones de euros en 2017, justificó el futuro aumento del peso de los gastos militares en la importancia de «modernizar los materiales» y garantizar la formación del personal, el despliegue de las operaciones y el cumplimiento de las misiones en las que Francia se ha comprometido.
Insistió en que los franceses «conocen» el trabajo que desarrollan los militares y «lo que (les) deben», «los riesgos y los sacrificios que asumen», y quiso agradecerles su acción en su nombre y defendió las operaciones que las Fuerzas Armadas francesas llevan a cabo en el extranjero, en particular en Mali, Siria e Irak contra grupos yihadistas.
Hizo hincapié en que Francia «no puede vivir replegada» porque eso «sería peligroso», ya que, alertó, «la estabilidad y la seguridad de regiones enteras nos afecta y puede poner en peligro nuestra propia seguridad».
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