La conservación de alimentos es un tema que cada vez más importa a las personas. Y es que es lógico, sobre todo cuando se trata de frutas, verduras o carnes frescas. Conservarlos sin que pierdan su sabor, su intensidad o su valor nutricional es una prioridad absoluta.
Lo es tanto por salud como por ahorro financiero. Y en tal sentido, la utilización de una deshidratadora de alimentos terminará siendo fundamental para poder deshidratar los alimentos de la mejor manera, sin importar si se trata de una porción de fruta o de varios kilos de alimentos.
¿Qué hace y qué tipos existen?
Una deshidratadora es un electrodoméstico que utiliza la generación de calor y la distribución uniforme del mismo para eliminar la humedad de los alimentos que se coloquen dentro de ella. La mayoría suele hacerlo a través de resistencias que se calientan y ventiladores que distribuyen el calor. Dentro, suelen disponer de entre 3 a 10 bandejas extraíbles que será donde se coloquen los alimentos a deshidratar.
Tipos
El funcionamiento suele ser bastante similar en los tipos existentes, que en concreto son dos:
- Deshidratadoras verticales: las bandejas se colocan una encima de la otra. Son comunes actualmente porque son económicas y ocupan poco espacio en las cocinas. Sin embargo, no son las más eficientes, por lo que los alimentos deben permanecer mayor tiempo para lograr la deshidratación deseada.
- Deshidratadoras horizontales: utilizadas muchas veces en las empresas, ya que el flujo de aire, la capacidad de alimentos y la eficiencia son mejores. Sin embargo, ocupan más espacio y su precio incluso en las gamas más bajas suele ser elevado.
Capacidad y número de bandejas
Dependerá del fabricante y hasta el país desde donde se consulte la información. Pero normalmente se habla de litros o de pies cúbicos para medir la capacidad, siendo las más comunes las que van de entre 3 a 5 litros, pero habiendo muchas que llegan hasta 10 litros o incluso más.
El número de bandejas también varía. Hay compactas, de 2 bandejas; pero hay enormes, de 10 o más. Muchas empresas venden las bandejas de forma individual.
Control de temperatura y temporizador
Todas las máquinas de este tipo tienen controles de temperatura y temporizadores, ya que no todos los alimentos necesitan deshidratarse a la misma temperatura y durante el mismo periodo. De hecho, muchas marcas incluyen en sus productos un manual con consejos para deshidratar según el tipo de alimento.
Materiales
Las deshidratadoras se pueden diferenciar por el material de fabricación. Así, las más baratas suelen fabricarse en plástico, mientras que las más costosas y duraderas son las que se fabrican en acero inoxidable, por ser también las que pueden trabajar a mayor temperatura y durante mayor tiempo.
Eficiencia energética
Por supuesto, al ser una máquina que literalmente funciona como un horno eléctrico, el consumo de energía es algo que preocupa a la mayoría de sus usuarios. Por eso, antes de fijarse en el precio de compra, hay que fijarse en la eficiencia que tienen, ya que esto terminará siendo más importante para ahorrar dinero a largo plazo.
Beneficios de conservar alimentos
Como se decía antes, la deshidratación de alimentos es un método de conservación que ofrece muchos beneficios para la salud y para la economía familiar:
- Mayor vida útil: los alimentos deshidratados pueden conservarse durante meses o incluso años sin necesidad de refrigeración.
- Sabores intensos: el proceso de deshidratación concentra el sabor de los alimentos, haciéndolos más sabrosos.
- Portabilidad: los alimentos deshidratados son livianos y compactos, lo que los hace ideales para camping y excursiones.
- Nutrición: los alimentos deshidratados conservan la mayoría de sus nutrientes.
- Versatilidad: se pueden utilizar de diversas maneras, como snacks, ingredientes para salsas y sopas, o incluso como guarniciones.
Gracias a que en el mercado actualmente hay muchos fabricantes de deshidratadoras de alimentos, las posibilidades para las familias de disfrutar de sus alimentos favoritos durante más tiempo son mayores, independientemente del espacio en la encimera de la cocina o del presupuesto.