Cuando explotó, literalmente, la zapatilla del super-prospecto Zion Williamson y tuvo que ser retirado del tabloncillo a los 36 segundos del clásico entre North Carolina y Duke, se movieron los cimientos del deporte universitario en Estados Unidos. Unas bases que cada día parecen menos estables.
¿Qué relación guarda la lesión de un chico de 18 años con la mayor productora de deportistas de alto rendimiento a nivel mundial?

Vamos por parte, la National Collegiate Atlhetic Association (NCAA) es una entidad que agrupa a más de mil universidades en Estados Unidos y es la encargada de organizar los campeonatos nacionales de varios deportes, entre los que destacan el baloncesto, el fútbol americano y el béisbol.
Es el semillero por excelencia del deporte de alto rendimiento en el país norteamericano. Las estrellas del deporte profesional se forman o mejoran sus cualidades en equipos universitarios.
Las reglas de la NCAA son muy estrictas y prohíben a los jugadores poder percibir algún tipo de beneficio, que no sea el educativo. Por lo que en el tiempo que un atleta decida estar en la universidad no podrá cobrar por su “trabajo”, es decir, será considerado un atleta amateur.

El gran problema radica en que la estructura de las competiciones de la NCAA es totalmente profesional. La encargada de organizar las competiciones universitarias declaró ganancias por el orden de los 99 millones de dólares para el 2016.
Ese mismo año (2016) en universidades como Texas A&T ingresaron casi 200 millones de dólares por derechos de TV, venta de boletos, mercadeo, etc.
De esa cantidad importante de dinero ¿Cuánto va a los jugadores?
Absolutamente nada, cero.

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Pero, Mike Krzyzewski, entrenador de la universidad de Duke cobra una cifra que ronda los 9 millones de dólares por temporada.
El poder que tiene la NCAA es tremendo, tanto, que llegó a un acuerdo con las ligas de Fútbol Americano (NFL) y Baloncesto (NBA) que evita a los jugadores poder dar el salto de la secundaria al profesional y los obliga (sí, los obliga) a pasar un año por lo menos en una universidad.
Entendemos la raíz de esta regla y lo importante que es la educación para el futuro de un atleta (no todos llegan a ser profesionales), pero ¿las ganancias solo se las reparten las Universidades y la NCAA? ¿Dónde quedan los jugadores?

¿Se imaginan que Zion Williamson se lesionara de gravedad y viera truncada su carrera profesional?
La mayoría de los atletas de las grandes universidades son de raza negra, provenientes de zonas populares. Es por ello que jugadores como Lebron James, Kobe Bryant o Allen Iverson dieron el salto de la secundaria al profesional, sin pasar por la universidad (obligando a la NCAA a actuar).
Mi madre y yo éramos pobres. Te lo diré y esperaban que pisara un campus universitario y no fuera a la NBA. No íbamos a ser pobres por mucho tiempo, te lo diré. Es un hecho…
Sé cuánto cobran estos entrenadores universitarios. Sé cuánto ganan estas universidades con estos niños… Siempre he escuchado el discurso de que reciben una educación gratuita, pero ustedes no me están trayendo al campus para obtener una educación, ustedes me traen para ayudarlos a llegar a un Final Four o a un campeonato nacional, por lo que es algo extraño
Lebron James
En la actualidad los jugadores tienen varias opciones: Jugar un año en la universidad y dar el salto al profesional, estudiar los 4 años para obtener un título universitario o, la opción de moda, viajar a ligas en Europa o Asia y luego volver a Estados Unidos.