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Daniel Ortega es Investido como presidente de Nicaragua

Desde la Plaza de La Revolución de Managua se llevó a cabo el acto de toma de posesión de Daniel Ortega como presidente constitucional de Nicaragua para el período 2017-2021, quien fue reelecto el pasado 6 de noviembre de 2016, con el 72,5% de los votos.

El acto estuvo acompañado por la presencia de varios mandatarios entre ellos el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, Evo Morales de Bolivia, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén y el vicecanciller para Asuntos de Latinoamérica de Libia, Bashin A. Hakkari.

Daniel Ortega comenzó su discurso recordando las causas del enfrentamiento armado que se dio en Nicaragua en los años 80, tras el triunfo de la revolución sandinista, gracias a los “sembradores de cizaña” que provocaron un enfrentamiento armado en el país que generó “dolor y sangre entre los hermanos nicaragüenses”.

Al hacer un repaso por la historia política del país, Ortega recordó que el gobierno de Nicaragua acudió a la Corte Internacional de Justicia de La Haya ante el enfrentamiento armado que había en Nicaragua y por primera vez se realizó una sentencia histórica en ese organismo en contra de una potencia mundial Estados Unidos, país al que ordenó cesar la guerra en contra de Nicaragua y estableció una indemnización valorado en 17 mil millones de dólares. “No pierdo las esperanzas en que Estados Unidos, su gobierno, sus autoridades, reconozcan y acaten esa sentencia de La Haya, indicó.

El costo de la paz en Nicaragua

Ortega, quien realizó un repaso histórico de los peores años de confrontación en Nicaragua, aseguró que la paz y la unión de la nación ha sido el mayor logro alcanzado hoy, luego de que en los años 80 del siglo pasado el gobierno de Estados Unidos, entonces encabezado por Ronald Reagan, y posteriormente por George Bush (padre) no apostaban por el diálogo entre los presidentes centroamericanos y la paz en la región; «fue Vinicio Cerezo, entonces presidente de Guatemala, quien tomó la decisión valiente de convocarnos,  ese fue el punto de partida para impulsar los diálogos de paz en Centroamérica» indicó.

Destacó también la importancia de la integridad centroamericana como forma para alcanzar la paz, recalcando que ha sido un proceso complicado por la gran presión ejercida por los Estados Unidos. “Fue un momento en que se puso a prueba la decisión, la fortaleza de los presidentes centroamericanos que sencillamente tenían presiones del gobierno norteamericano» dijo.

Ortega mencionó el reconocimiento del FSLN a los resultados de las Elecciones del año 1990, en donde Violeta Barrios de Chamorro se convirtió en la Presidenta de Nicaragua. A partir de ahí, se trabajó desde la oposición señaló el presidente electo del país, quien agregó que para ese entonces se quería borrar todo lo que tuviera que ver con el Frente Sandinista, pero que “no se daban cuenta que eso no era posible, porque inmediatamente estaba ahí la resistencia del pueblo, los campesinos, los trabajadores, los estudiantes paralizando el país”.

“Nunca se nos ocurrió ir por la vía de la movilización del pueblo en las calles para derrocar al Gobierno de Violeta Barrios de Chamorro, del Doctor Alemán, de Eduardo Bolaños, la fuerza la teníamos pero estábamos comprometidos con la democracia que había nacido con la Revolución, con esos acuerdos de paz, de economía mixta, por eso no se nos ocurría aun teniendo la fuerza a ir a tomar el poder”, mencionó.

Destacó el papel del Doctor Roberto Rivas desde el Consejo Supremo Electoral, quien entregó y ratificó los triunfos de dos gobiernos liberales, uno del Doctor Arnoldo Alemán y de forma siguiente el Ingeniero Enrique Bolaños, a lo que el FSLN tuvo que aceptar dichos resultados, a pesar de tener señalamientos sobre irregularidades, respetando siempre lo que acatan las autoridades.

Afirmó que en la tensión que se vivía en los años 80, Antonio Lacayo le dijo que Violeta Barrios de Chamorro le cedía la presidencia al FSLN, pero que los sandinistas rechazaron esa oferta por estar comprometidos con la democracia que había nacido con la revolución, «estábamos comprometidos con esa paz que nació de la Constitución de 1987, no se nos ocurría, aun teniendo la fuerza en la calle, ir con el pueblo, con los campesinos a ir a tomar el poder”. Ortega recordó que fue necesario llegar a un acuerdo que garantizó beneficios a los empleados ante un proceso de privatización de los activos del Estado.

“Todos estos gobiernos, con la dificultad de un país destruido por las guerras, fueron aportando y convocando sobre todo a la empresa privada a animarse a volver a invertir a nuestro país, hay que reconocerlo, y cuando llegamos en el 2007 al Gobierno comenzamos a construir de nuevo la unidad de la nación, ahora no para derrocar una tiranía impuesta por el expansionismo norteamericano, sino que ahora se trataba de la unidad para erradicar la pobreza, el hambre, para mejorar las condiciones de vida de las familias nicaragüenses, para dignificar a las familias nicaragüenses”, señaló Daniel Ortega.

2007 año de la reconstrucción de Nicaragua

A su llegada al poder en el año 2007, el FSLN comenzó de nuevo a construir la unidad de la nación, «ya no para derrocar una tiranía impuesta por el imperio norteamericano, sino para derrocar la pobreza, para dignificar a la familia nicaragüense y fuimos reuniéndonos y convocándonos con las diferentes fuerzas productivas, empresarios, trabajadores, parecía difícil de alcanzar por el grado de polarización, pero logramos avanzar y poco a poco fuimos fortaleciendo el compromiso de reconstruir Nicaragua y avanzar en todos los campos» indicó.

Para Ortega la unidad del pueblo, partiendo de las principales fuerzas productivas fueron  determinantes para el desarrollo de la economía, entre ellos productores, empresarios, campesinos todos juntos y movilizando la juventud e incorporándolos en esa gran tarea, se fue forjando una fuerte unidad nacional.

«Hoy podemos decir que hemos logrado alcanzar ese objetivo, aquí estamos independientemente de nuestras diferencias políticas religiosas, aquí estamos en esta plaza todos los sectores de la sociedad nicaragüense y esto es lo más valioso, lo que debemos seguir cuidando» enfatizó.

La seguridad como política de estado

El mandatario enfatizó para que este proceso pueda seguir avanzando ha sido determinante acompañarlo con una política de estado con el pueblo, de instituciones, ejército y policía con el pueblo para garantizar la seguridad entre los nicaragüenses. Explicó que ante las enormes sacudidas que provoca el narcotráfico y el crimen organizado en la región, Nicaragua puede ser garantía de seguridad, aun cuando no es perfecta, gracias al trabajo del ejército y la policía que por sus raíces revolucionarias, nacidas de la familia nicaragüense se convierten en fortalezas que nos permiten contener las presiones que vienen del norte.

El apoyo de los gobiernos de Venezuela y Cuba

El problema de la energía que atravesaba Nicaragua en el año 2007 tras la llegada de la revolución sandinista al poder fue el mayor reto que atravesó el gobierno de Ortega para impulsar el desarrollo de Nicaragua. Recordó que fue el Comandante Hugo Chávez, presidente de Venezuela, quien consciente de la tragedia energética que vivía el país en esos años, tomó la decisión de traer plantas a Nicaragua, aun cuando estaban destinadas para Venezuela, en un gesto hermoso y humano, iniciativa impulsada por el ALBA.

«Se produjo un milagro, Chávez consciente de la tragedia, lo que hizo fue improvisar, como un hombre lleno de fe cristiana que practicó ese principio de amar el prójimo como a ti mismo, trajo a Nicaragua plantas eléctricas destinadas a Venezuela, un gesto humanitario que ningún otro país, aún tras 17 años de relaciones amistosas con los anteriores gobierno, lograron hacer por Nicaragua».

El recién reelecto presidente de Nicaragua ratificó el compromiso de  seguir trabajando en unidad con todas las fuerzas económicas, sociales y políticas por el bienestar del pueblo, «vamos a seguir fortaleciendo esta gran alianza, caminante no hay camino, y eso lo vemos en la historia de los pueblos, los pueblos hacen camino al andar  los nicaragüenses venimos haciendo camino al andar».

Manifestó que su gobierno seguirá entregándole títulos de propiedad a campesinos, a  las familias que demandan un pedazo de tierra para cultivar, generando trabajo formal, acompañar con la atención de las familias en condiciones más difíciles, con los programas sociales, «no podemos esperar a que la economía nicaragüense de un salto grande para que tengamos pleno empleo, cuando los países desarrollados han venido en declive con el pleno empleo» indicó.

Por último ratificó el compromiso de Nicaragua por la paz y el fortalecimiento de la integración solidaria del Alba, Petrocaribe y la Celac, «seguimos comprometidos con ese principio que suscribimos en la Celac en el año 2014 en La Habana, por una América Latina y El Caribe zona de paz, libre armas atómicas, que no son más que un obstáculo para el desarrollo y una amenaza permanente  para la destrucción del planeta» manifestó.

AMR

 

 

 

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