El Código de Derecho Canónico es la compilación de leyes que regulan la organización de la Iglesia latina, jerarquía de gobierno, derechos y obligaciones de los fieles, los sacramentos y las sanciones.
Dice el apartado 945.1 de este código, en su Capítulo III Del Estipendio Ofrecido para la Celebración de la Misa: «…Todo sacerdote que celebra o concelebra la Misa puede recibir una ofrenda para que la aplique por una determinada intención». Además el 945.2 establece «se recomienda encarecidamente a los sacerdotes que celebren la Misa las intenciones de los fieles, sobre todo de los necesitados, aunque no reciban ninguna ofrenda».
La iglesia San Francisco en Caracas, Venezuela, parece desconocer el Código Canónico; en el interior de esta iglesia hay un espacio para las ofrendas que pone en duda la verdadera vocación cristiana de quienes dirigen esta casa de Dios. El fotógrafo Marcelo Volpe publicó recientemente una fotografía en la que se observa una caja para recibir dádivas cuyo aviso prohíbe a los feligreses que concurren el templo, depositar billetes y monedas de baja denominación.

Para nadie es un secreto la crisis económica que atraviesa Venezuela desde finales del año 2015, producto de la baja en el precio del petróleo, la especulación campante en los precios de los alimentos y las presiones económicas de las grandes trasnacionales financieras; todos estos factores han golpeado el poder adquisitivo de los venezolanos, afectando seriamente su nivel de vida.
71% de la población venezolana es católica según un estudio realizado por la encuestadora GIS XXI en el año 2011. Esto supone entonces que un alto número de ciudadanos frecuenta los templos católicos como parte de las obligaciones cristianas, especialmente en momentos de crisis y dificultades donde la fe cristiana se manifiesta en la búsqueda de Dios en la iglesia.
¿Qué piensa en cristiano que busca a Dios en medio de una situación económica difícil y se encuentra con un cartel que le pone precio a su fe? Sobre este tema el Papa Francisco ha cuestionado mucho a la Iglesia Católica, llegando incluso a catalogar como «casa de negocios» a las iglesias que se dedican a esto.
Papa Francisco: el escándalo del comercio, el escándalo de la mundanidad
En una homilía de la misa matutina, celebrada el 21 de noviembre de 2014, en la residencia Santa Marta, Francisco habló de aquellos que hacen negocio en las parroquias en lugar de servir para que la gente se encuentre con el Señor.
“Con nuestras costumbres no sacerdotales en el Templo, el escándalo del comercio, el escándalo de la mundanidad (…) cuántas veces vemos que entrando en una iglesia, todavía hoy, está la lista de precios para poder recibir el bautismo, la bendición, las intenciones de la Misa, lo que hace que se escandalice el pueblo» señaló el Papa.
En su homilía también recordó el pasaje del Evangelio en el que Jesucristo expulsa a los mercaderes del templo. Según explicó Jesús actúa de esta manera porque “el templo había sido profanado”, profanado “con el pecado tan grave que es el escándalo”.
«Hay dos cosas que el Pueblo de Dios no puede perdonar: un sacerdote apegado al dinero o un sacerdote que maltrata a la gente. ¡Esto no lo perdona! Y el escándalo, cuando el Templo, la Casa de Dios, se convierte en una casa de negocios, como el matrimonio: se alquila la Iglesia” expresó el Papa Francisco.
AMR