Como cada año para estas fechas, se conmemora la fatídica pérdida física de uno de los hombres más íntegros que ha conocido la humanidad y digno ejemplo de lucha que, más allá de cualquier consigna, su legado aún hoy en día es fuerza moral viva que ilumina el camino de los pueblos oprimidos del mundo que anhelan y buscan su libertad definitiva: Ernesto Guevara de la Serna, el guerrillero heroico o simplemente Che.
El 8 de octubre de 1967 capturan y posterior asesinan, en la madrugada del 9, al revolucionario argentino quien fuera un médico de profesión, pero en la teoría y la práctica se forjó como político, militar, economista, escritor y periodista, y comandante guerrillero de la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba se convirtió en uno de los principales ideólogos de la Revolución cubana, triunfante en 1958, y de los más influyentes pensadores marxistas latinoamericanos del siglo XX.
Guevara participó desde el triunfo de la Revolución y hasta 1965 en la organización del Estado cubano. Desempeñó varios altos cargos de su administración y de su Gobierno, principalmente en el área económica. Fue presidente del Banco Nacional y ministro de Industria. En el área diplomática, actuó como responsable de varias misiones internacionales, incluso sirvió en combate por la liberación de otros pueblos del mundo subyugados por el colonialismo capitalista, como la nación africana de El Congo.

Con su coherencia característica y en virtud de las ideas revolucionarias del internacionalismo proletario y la integración de los pueblos latinoamericanos, el Che, con el apoyo de Fidel Castro y otros revolucionarios del planeta, comenzó la formación de un ejército guerrillero en las selvas de Bolivia, en el corazón geográfico de Suramérica, con el objetivo de derrocar la dictadura militar presidida por el general René Barrientos, y extender la lucha revolucionaria por todos los países de la región.
Pecado mortal que no le perdonaría el imperio norteamericano y a través de sus tentáculos, tras la persecución del Gobierno estadounidense para acabar con la lucha revolucionaria encabezada por el Che con apoyo de grupos revolucionarios de todo el continente, Guevara fue fusilado en La Higuera, Vallegrande, por el ejército boliviano y agentes de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA, por sus siglas en inglés), tras ser capturado la noche anterior con algunos de sus compañeros de lucha.

Hoy, cuando se cumple medio siglo del vil asesinato físico del Che Guevara, la CIA y sus operaciones en América Latina aún persisten en su intento por erradicar de toda semilla que se rebele a sus intereses y levante las banderas del socialismo, así como lo quisieron hacer con el guerrillero heroico y como igual pretendieron con el también revolucionario Patrice Lumunba, desapareciendo su cuerpo para tratar de borrar su legado a las generaciones futuras, como reza el axioma: Podrán matar al hombre (o a la mujer), pero jamás a la idea.
LM