El estado de Oklahoma, en Estados Unidos, anunció que utilizará la asfixia por nitrógeno como método de ejecución tras intentar sin éxito obtener los componentes que se necesitan para las inyecciones letales.
La polémica decisión lo convertiría en el primer lugar del planeta en usar este «método» autorizado en 2015.
El fiscal general de Oklahoma, Mike Hunter, aseguró que la decisión responde a la falta de medicamentos para las ejecuciones. “Utilizar nitrógeno será efectivo, fácil de administrar, fácil de obtener y no requiere procedimientos médicos complejos”, agregó.
Este estado sureño suspendió indefinidamente sus ejecuciones en octubre de 2015 no solo por la falta de acceso a los componentes letales, sino también por una ejecución en la que usaron una dosis insuficiente de fármacos que provocó una agonía de 43 minutos al reo, e inicluso, por la utilización de un componente erróneo en otra inyección letal.
Desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos restituyó la pena de muerte hace cuatro décadas, Oklahoma ha ejecutado a 112 presos, una cifra solo superada por Texas y Virginia. Aún así, el gobierno estadounidense pretende erigirse como defensor de las causas nobles y de los derechos humanos.
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