Los Juegos de la Paz, así le han nombrando a los próximos Juegos Olímpicos de invierno a celebrarse en la ciudad de Pyeongchang, Corea del Sur, el próximo mes de febrero, debido a que estos podrían ser el espacio diplomático para refrescar las relaciones entre Corea del Sur y Corea del Norte, ante las ya desgatadas y casi bélicas relaciones que mantuvieron durante el año 2017.
El líder revolucionario Kim Jong-un ofreció su discurso anual de cierre de año, y en sus palabras afirmó la importancia que es para las ambas naciones el equilibrio y la paz en sus relaciones.
«2018 es un año significativo tanto para el Norte como para el Sur, con el Norte celebrando el 70º aniversario de su fundación y el Sur acogiendo los Juegos Olímpicos de Invierno (…). Esperamos sinceramente que los Juegos sean un éxito. Estamos dispuestos a tomar las medidas necesarias, incluido el envío de nuestra delegación. Las dos Coreas pueden reunirse de inmediato para este fin»
Por otro lado, Corea del Sur ha propuesto al Gobierno de Kim Jong-un, mantener conversaciones de alto nivel el 9 de enero, después de que el líder norcoreano anunciara que su país podría participar en la competición olímpica.
«Esperamos que el Sur y el Norte puedan sentarse frente a frente para abordar la participación de Corea del Norte en los Juegos de Pyeongchang, así como otros temas de interés mutuo para mejorar las relaciones intercoreanas»
Estas fueron las declaracuines del ministro surcoreano de Unificación, Cho Myoung-byon, durante una rueda de prensa. La propuesta de Cho apunta a un encuentro en la localidad de Panmunjom, ubicado en la zona desmilitarizada entre ambos países.
A pesar de estos gestos de aparente reconciliación por ambas partes, las dos Coreas siguen técnicamente en guerra, debido a que después de sus enfrentamientos en los años cincuenta, ceso únicamente con la firma de un armisticio.