Con apenas tres años de vigor, que cumplirá este lunes, el Acuerdo de París contra el cambio climático ya se enfrenta al inicio del plazo en el que EE.UU. podría iniciar el procedimiento formal para abandonar este pacto mundial de 2015, aunque la salida no sea inmediata.
#DonaldTrump anunció sus intenciones de retirarse en junio de 2017 y, en agosto de ese mismo año, el Departamento de Estado comunicó formalmente la decisión, pero el acuerdo prevé que una parte no puede comenzar el proceso formal de salida hasta tres años después de la entrada en vigor del mismo.
De hecho, el acuerdo aprobado a finales de 2015 en la vigesimoprimera cubre del clima de la ONU (COP) de París entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, por lo que, a menos de un mes del arranque de la COP25 de Madrid, Estados Unidos ya podría iniciar el proceso formal.
Para que el acuerdo entrase en vigor se necesitó la ratificación de 55 países que representasen como mínimo el 55% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Una salida incomprensible
La salida estadounidense no sería inmediata. Tardaría al menos un año en concretarse, por lo que Washington estaría al margen del Acuerdo de París a partir del 3 de noviembre de 2020, justo la fecha de las elecciones presidenciales en EE.UU. y seis días antes de la apertura de la COP26, que se celebrará del 9 al 19 de noviembre de 2020 en Glasgow (Reino Unido).
Si bien el abandono no es irreversible, porque un nuevo presidente norteamericano podría -después de asumir el mandato en enero de 2021- volver a sumarse al Acuerdo de París, lo cierto es que EE.UU., junto con China, resulta uno de los dos principales países emisores de CO2 del mundo.
Además, resalta que –según periodistas de la fuente- la crisis climática ya se siente en cada sector y región de EE.UU. y afecta de manera importante la salud, la vivienda y los medios de subsistencia de millones de estadounidenses.
FF