El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, continúa la campaña de su país para debilitar la imagen del gobierno del presidente Nicolás Maduro ante la opinión pública internacional y con ello facilitar una posible intervención en Venezuela.
En los últimos dos días el alto funcionario del país del norte ha celebrado encuentros con representantes de la oposición política que se encuentran en Florida, la mayoría de ellos en calidad de prófugos de la justicia por estar incursos en los actos de violencia que se generaron en el país entre abril y julio de este año, para ofrecerles ayuda en lo que fuese necesario.
En la reunión celebrada el pasado miércoles en la localidad de Doral, Pence prometió que Estados Unidos no descansará hasta que Venezuela recupere la libertad y la democracia e instó a los países de Latinoamérica a que lo acompañen en esa lucha, reseñó el diario El Nuevo Herald.
Ante varios centenares de activistas, líderes antichavistas y exiliados venezolanos del sur de la Florida, el vicepresidente pidió a la población de la nación sudamericana que tenga confianza y les dijo que el presidente Donald Trump entiende la crisis política, económica y social que atraviesa su país y utilizará su poder económico y diplomático para impulsar elecciones libres y justas en el país suraméricano.
“Creo con todo mi corazón que Venezuela será libre”, expresó Pence. “En el gobierno del presidente Trump los escuchamos a ustedes, estamos con ustedes. No descansaremos mientras Venezuela se desmorona”, manifestó el vicepresidente tras la celebración de un encuentro privado.
LAS PETICIONES DE LOS “PERSEGUIDOS”
Pence recibió una carta de la Organización de Venezolanos “Perseguidos Políticos en el Exilio” (Veppex), en la que solicitaron que sean implementadas más sanciones”, reseñó el Diario de las Américas.
Además, solicitaron al vicepresidente estadounidense un “urgente alivio migratorio” a los venezolanos que supuestamente “huyen por motivos políticos”.
La BBC destacó que muchos de los presentes esperaban que Pence anunciara acciones concretas, entre ellas un eventual bloqueo financiero y/o una intervención de tropas militares.
“La intervención militar es la solución. Los americanos no se quedan con los países”, afirmó Emilia Delgado, reseñada por la agencia británica, quien lleva casi dos décadas viviendo en Miami, pero que sin embargo desconoce que, desde 1823, Estados Unidos ha intervenido, invadido, ocupado, vulnerado y avasallado la soberanía de casi todos los países de América Latina y el Caribe.
Por su parte, el senador republicano de la Florida, Marco Rubio, enfiló su artillería contra el Gobierno venezolano, al que calificó de “criminal y narcotraficante”. El cubano americano reveló que en los dos últimos meses se ha reunido siete veces con el presidente estadounidense. “Se trata de apoyar, no de intervenir”, argumentó.
El alcalde de Chacao y prófugo de la justicia, Ramón Muchacho, quien estuvo acompañado de los también prófugos Gustavo Marcano y Carlos Vecchio, insistió en que Estados Unidos prometió “más ayuda para Venezuela”.
Entre tanto, Gustavo Marcano, exalcalde del municipio Urbaneja (Lechería) del estado Anzoátegui, le pidió a Pence aumentar la presión internacional, reseñó El Nuevo Herald de Miami.
Otro prófugo venezolano, el exdiputado Carlos Vecchio, también formó parte de la comisión que se reunió con Pence, Marco Rubio y los congresistas Mario Díaz Balart e Ileana Ros Lehtinen.
LOS “ALIADOS” SURAMERICANOS
Previo a estos encuentros con representantes de la derecha venezolana en Florida, Mike Pence realizó una gira por Colombia, Argentina, Chile y Panamá, cuyos gobiernos se han declarado adversarios de la Revolución Bolivariana.
La visita de Pence no estuvo centrada en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y el país visitado, sino en el diseño de una estrategia para fortalecer alianzas contra nuestro país mediante la desestabilización e injerencia en los asuntos del pueblo venezolano.
Durante su estadía en Colombia, Pence manifestó que “Venezuela se desliza hacia una dictadura, y como ha dicho el presidente Trump. Estados Unidos no se quedará parado mientras Venezuela se desmorona”.
En territorio Argentino, el vicepresidente estadounidense precisó que “el presidente Trump tiene muchas opciones a disposición, pero creemos que al incrementar la presión diplomática y económica sobre Maduro, no solo en el continente sino en todo el mundo, vamos a lograr por medios pacíficos que regrese la democracia”.
Especial interés causó el arribo de Pence a tierras panameñas, donde sostuvo un encuentro directo con el presidente de ese país, Juan Carlos Varela.
Luego de la reunión, Pence sostuvo que Venezuela es un país que “está regresando a la “oscuridad del pasado”, enfrenta muertes por hambre y los venezolanos “están sometidos al régimen brutal de Nicolás Maduro”. Aseguró que Estados Unidos seguirá imponiendo sanciones políticas y económicas hasta que sea restaurada la democracia en ese país.
Por su parte Varela, siguiendo el canon de fidelidad con Estados Unidos, señaló que su gobierno está preocupado por la estabilidad y la ruptura del orden democrático y las consecuencias que provoca en Venezuela, e informó que “en los próximos días este país tomará medidas que respaldan “el retorno al orden democrático a Venezuela”, incluido el tema migratorio.
Precisamente después de este encuentro, Varela anunció que ahora los venezolanos que ingresen a Panamá deberán tener la correspondiente visa, exceptuando a quienes tengan el aval similar expedido por Estados Unidos.
Reinaldo Linares / CIUDAD CCS