El movimiento estudiantil opositor en Venezuela, vio nacer una nueva clase política que arrojó al ruedo a numerosos dirigentes cuyas propuestas ideológicas y prácticas militantes, no han sido del todo exitosas. De estas filas han brotado especies dignas del rechazo de muchos dinosaurios de la política, incluso de los que militan en sus propias filas, ya que la indisciplina y la subordinación a maniobras extranjeras, comprometen y han llevado por la vía del fracaso los intentos opositores por salir del gobierno chavista. Uno de ellos es Stalin González.
Se estrenó en las actividades políticas desde la universidad, cuando fue electo presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (UCV), lugar desde el que promovió varias actividades para atacar al gobierno de Hugo Chávez, descuidando los múltiples problemas que las autoridades de esa casa de estudios le ocasionaban a la población estudiantil.

Fue parte de las protestas violentas de 2007, cuando culminaron las funciones el canal RCTV al que el gobierno no le renovó la concesión debido a múltiples violaciones a las leyes del país. En esas acciones, González actuó junto a otros dirigentes estudiantiles como Yon Goicoechea, Lester Toledo y Freddy Guevara, quienes avalaron la destrucción de propiedad pública y privada que incluyó la quema de árboles.
Se define como hombre de izquierda, pero milita en partidos de derecha que se asocian con agentes extranjeros para boicotear a su país. Fracasó como candidato a la alcaldía de Caracas, ya que muchos de sus aliados le dieron la espalda. Siempre bajo el amparo de sus más experimentados mentores como Antonio Ledezma o Manuel Rosales, Stalin González no ha podido mostrar brillo propio.

Como segundo vicepresidente del parlamento en desacato, fue designado para representar a la oposición en la mesa de diálogo con el gobierno de Nicolás Maduro, en el que sirve de vocero de agentes extranjeros, principalmente de Estados Unidos, desde donde constantemente se imparten instrucciones a ese sector político.
RB