Un sismo de 6,6 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió a El Salvador este jueves, sin víctimas fatales que lamentar. Sin embargo, la gran cantidad de replicas que se han presentado hasta el momento, mantienen en vilo a las autoridades que en horas de la tarde desestimaron la alerta de tsunami.
El movimiento telúrico ocurrió a unos 40 kilómetros de la capital, San Salvador y provocó daños menores en algunas estructuras.
De “4.9 ha sido la magnitud máxima de réplica registrada. Hasta este mediodía se contabilizan 25, de las cuales 18 réplicas han sido reportadas como sentidas”, así lo informó Celina Kattan, directora del Observatorio Ambiental, según información del Twitter del Ministerio de Medio Ambiente del país centroamericano.
El sismo ocurrió en la madrugada, exactamente a las 03:03 a.m. hora local. El epicentro fue 66 kilómetros al sur de la playa Mizata ubicada en el litoral Pacífico del departamento de La Libertad. El Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) registró el movimiento a una profundidad focal de 48 kilómetros.
Guatemala y Honduras, países que comparten frontera con El Salvador, también sintieron el temblor. Por su parte, el viceministro de Educación, Francisco Castaneda, anunció la suspensión de clases por 24 horas en las escuelas cercanas a la costa.
En El Salvador, la mayoría de los temblores que se producen habitualmente tienen su origen en aguas del océano Pacífico y a mucha mayor profundidad, lo que en ocasiones los hace imperceptibles para la población.
No obstante, los que se originan en tierra próximos a la superficie son más sentidos y dañinos, por lo que generan alarma entre los habitantes. Los últimos movimientos telúricos que se registraron en El Salvador ocurrieron en año 2001, de magnitud 7,7 y 6,6, respectivamente.
ARG