Mucho es lo que se dice sobre Venezuela y su situación política y social, desde hace años, a través de los medios de difusión masiva nacionales e internacionales para tratar de manipular y generar falsas matrices de opinión en nombre de la libertad de expresión convertida en libertinaje diciendo y haciendo casi cualquier cosa, al punto de llegar a hablar de “dictadura” en el país.
¿Pero cuáles son estos emporios y corporaciones mediáticas tanto “públicas” como “privadas” que se encargan de atacar externamente a naciones soberanas, pero que poco hacen para transmitir la realidad de sus propias sociedades? ¿qué hacen y cómo funcionan?
Serían algunas de las preguntas a responder en centros de poder como: México, Colombia o España, por ejemplo.
A continuación VTActual te muestra algunos datos sobre la mediática española que tanto ataca a los procesos de transformación latinoamericanos y más específicamente al venezolano, señalándolo de “tiránico”, sin autonomía y que “amordaza” la verdad, pero que a lo interno muestra otra realidad política y social que deja mucho que desear.
España está regida mediáticamente por dos grandes conglomerados de capital principal extranjero pero que casi se fusionan en uno solo por medio de la legislación estatal.
En cuanto a la televisión, un primer bloque cuenta con una mayoría de aproximadamente 6 empresas privadas concesionarias del servicio terrenal. Las más conocidas: Atresmedia (Antena 3, Nova, La Sexta), Mediaset España (Telecinco, cuatro), Veo Televisión (Discovery Max), Sociedad Gestora de Televisión Net TV (Disney y Paramount Channel), Real Madrid (TV) y 13 TV (13 TV). De igual forma, cuenta con 3 plataformas de televisión por ADSL (IPTV o TV por internet), Cable y fibra óptica: Movistar+, Vodafone-ONO y Orange-Jazzel, así como las regionales Euskal-R (Euskadi y Galicia) y TeleCable (Asturias) y otras pequeñas locales.
Por el lado público, 5 canales nacionales están agrupados en la Corporación de Radio y Televisión Española (RTVE): La 1 (generalista), La 2 (cultural), Clan (infantil), 24h (noticias, antiguo TVE nacional), Teledeporte (deportes) y sus versiones con transmisión en alta definición (HD): La 1 HD y Teledeporte HD.
No dista mucho de la realidad en cuanto a la Radio, conglomerada principalmente en los siguientes grupos: Radio Nacional (Radio Nacional Española), Cadena SER (Prisa Radio), Cadena COPE (Radio Popular), Onda Cero (Atresmedia Radio), esRadio (Libertad Digital) y Radio Intereconomía (Grupo Intereconomía).
Y en cuanto a la prensa escrita, los periódicos de más tiraje nacional son (orden alfabético): ABC, El Mundo, El País y La Razón, entre otros.
Ahora bien, ¿cuál es la relación que guardan el gobierno y los partidos políticos con los medios llamados públicos en cuanto a su manejo y administración? ¿cómo funcionan y quién los dirige realmente?
Para poder comprender más a fondo hace falta remontarse a los últimos 30 años al menos de gestión del bipartidismo español expresado en el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y el PP (Partido Popular) así como las más recientes reformas a la ley que los rige.
Desde 1980, que se conformó como el Ente Público Radiotelevisión Española, se rigió por el Estatuto de la Radio y la Televisión Española y con la llegada del PSOE al poder (1982-1996) comenzó una polémica era de alternancia en la dirección de la estatal que agrupaba a la Televisión Española (TVE) y a la Radio Nacional Española (RNE), entre otras, en conjunto con el PP (1996-2004), luego PSOE (2004-2011) y ahora nuevamente PP (2011-actualidad).
Ya para el 14 de abril de 1997, el estatuto es modificado y el ente pasó a ser la sociedad mercantil estatal que gestiona indirectamente el servicio público de radio y televisión de España, que luego fue reformado con la Ley 17/2006 el 5 de junio y posteriormente con la Ley 7/2010 el 31 de marzo, así como con el Real Decreto-ley 15/2012 del 20 de abril en sus respectivos años.
Con la propuesta impulsada este año por la bancada del PSOE, la llamada Ley de Presidencia, vuelve al sistema de elección implementado durante el gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero (Ley 17/2006), que requiere que los miembros del Consejo de Administración de RTVE y su presidente sean elegidos por mayoría de dos tercios y no por mayoría absoluta como actualmente; de igual modo, dicho consejo tendrá nueve miembros escogidos paritariamente.
Sin embargo, la novedad y la controversia vienen dadas por la intención de democratizar el proceso de escogencia y “recuperar la independencia de la corporación RTVE y el pluralismo en la elección parlamentaria de sus órganos”, que para el caso de la presidencia será electa entre los nueve consejeros también por acuerdo de los dos tercios del Parlamento pero que la enmienda agrega y permite el concurso público, cargo al cual podría optar cualquier persona luego de pasar el filtro de un comité de profesionales y expertos designados por los mismos partidos.
Todo esto pasa por la aprobación definitiva de la Ley con su normativa en sus respectivas sesiones bicamerales, tanto del Congreso como del Senado, en septiembre con un plazo de al menos tres meses o si no se procederá a la escogencia de los mismos por medio del reglamento vigente, lo cual pone muy en tela de juicio el verdadero carácter independiente de dichas administraciones y que ya ha hecho que los principales partidos ya hayan anunciado que no aplicarán ese mismo sistema para el resto de las televisiones autonómicas que conforman en conglomerado.
Visto este panorama cabría preguntarse con qué tipo de cristal se deben mirar este tipo de “libertades, independencias y autonomías” de los medios españoles con las administraciones y direcciones escogidas, de forma partidista, con un margen nulo de participación real del pueblo.
LM