A las 7:50 de la mañana de Ecuador, el actual presidente de ese país latinoamericano acudió a emitir su voto para las elecciones presidenciales, en el mismo contexto en el que se desarrollaron todos sus actos al frente del Estado, rodeado del amor del pueblo ecuatoriano.
«Estoy feliz, he hecho lo posible por servir a mi pueblo», dijo a su salida del centro electoral al norte de Quito, la capital del país. Reseñó que a su llegada al Gobierno, encontró «una sociedad destrozada, inmovilizada, desmoralizada, hoy el orgullo de ser ecuatoriano se encuentra en todos los rincones de la Patria».
Al ser consultado por la prensa sobre el país que entregará a su sucesor, declaró que lo más resaltante es «una economía recuperada, estabilizada, nos ha pasado de todo, hasta desastres naturales, pero hoy el país es otro», enfatizó.
También le preguntaron sobre el rumbo de la nación Bolivariana, de ganar su copartidario Lenín Moreno, recalcó que sería «el mismo rumbo con un liderazgo distinto, él es más abierto, tal vez logré consensos diferentes», reconoció Correa.
Admitió sentir nostalgia por entregar la presidencia el próximo 24 de mayo y que se lleva la satisfacción de haber cumplido y la ansiedad de lo que falta por hacer, «después de entregar la presidencia voy a dedicarme a quehaceres domésticos», dijo el economista que dirigió Ecuador durante diez años y protagonizó junto a otros mandatarios de la región como Hugo Chávez y Evo Morales, el proceso de integración latinoamericana que condujo a Celac y Unasur, entre otras iniciativas.
Finalmente Correa pidió a la población salir a votar con amor, esperanza y positivismo, para superar la negatividad que, según consideró, intentó inocular la oposición durante la campaña electoral, «eso lo que demuestra es que no tienen propuestas», recalcó.
Se espera que a las 5 de la tarde se comiencen a conocer los primeros resultados a boca de urna y a las 8 el CNE estima dar resultados preliminares.
JS