Según un borrador de las conclusiones que el Consejo Europeo espera aprobar, la Unión Europea (UE) creará, fuera del territorio comunitario, centros o «plataformas regionales de desembarco» para clasificar a los inmigrantes que llegan a Europa, en función de si son económicos o tienen derecho al asilo.
La propuesta de Francia y Alemania para afrontar la crisis migratoria, consiste en “reforzar las fronteras exteriores de la UE e impedir que los inmigrantes puedan pedir asilo en distintos países, sino que puedan hacerlo solamente en el Estado de entrada.
“El objetivo sería, impedir la denominada migración secundaria entre países del bloque, mientras se avanza hacia una estandarización de los criterios de asilo”, dice el documento.
Hace unos días Bruselas reiteró que las soluciones aplicadas para disminuir y regularizar el ingreso de inmigrantes a Europa, hasta ahora, sí han funcionado y urge a los Estados partes de la Unión, a pactar ya la reforma del sistema común de asilo, que está pendiente desde el año 2016.
Los presidentes de Francia y España se reunirán previo a la reunión general para tratar el tema.
«He convocado una reunión informal de trabajo sobre asuntos de migración, para trabajar con un grupo de jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros, interesados en encontrar soluciones europeas de cara al próximo Consejo Europeo», informó a través de Twitter, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
J'invite à une réunion de travail informelle sur les sujets des migrations et de l'asile un groupe d'Etats membres intéressés. Le but de la réunion, qui aura lieu ce dimanche à Bruxelles, est de travailler à des solutions européennes en vue du #EUCO. #MigrationEU pic.twitter.com/2tim8EbUXX
— Jean-Claude Juncker (@JunckerEU) June 20, 2018
Las mayores tensiones políticas coinciden, paradójicamente, con una mejoría de las cifras.
El número de peticiones de asilo en la UE cayó 44% en 2017 y mantiene la tendencia a la baja en lo que va de año.
Las estadísticas europeas evidencian que el grado de crispación alcanzado, tiene poco que ver con un empeoramiento de los datos. Y aunque Alemania sigue encabezando la lista de países receptores, el número de demandas cayó en picado (un 70%) respecto a 2016.
ER