El gobierno de Panamá anunció este jueves que construirá un cementerio de migrantes para el año 2020, financiado por la Cruz Roja Internacional, en donde se puedan enterrar a aquellas personas fallecidas durante su paso por la inhóspita selva del Darién, ubicada en la zona fronteriza con Colombia.
Las autoridades señalaron que el camposanto se construirá debido a la cantidad de migrantes fallecidos que se registran en la zona, una decisión que debería al menos ser acompañada por una serie de políticas sociales que ayuden a la disminución del éxodo o contribuyan con ofrecer algún tipo de seguridad a los ciudadanos que ven obligados a movilizarse por esa zona.
De acuerdo con José Vicente Pachar, director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en este cementerio se irán conservando de manera individual los restos de las personas con todos los elementos científicos de identificación, para que puedan ser luego cotejados esos datos con los que aporten los familiares que deseen reclamar algún cuerpo.
Estadísticas aseguran que en el primer semestre de 2019 más de 13 mil 600 migrantes de Haití, Cuba, India, Pakistán, Camerún, Congo, Angola y Guinea han cruzado la jungla del Darién, de 575 mil hectáreas, en su ruta hacia EE. UU..
De esa cifra, 2.139 fueron niños, el triple que en el mismo período del año anterior, y 50 mujeres embarazadas, pese a que es una selva virgen, sin vías de comunicación terrestre, con serranías, ríos caudalosos, serpientes venenosas, jaguares, arañas, alacranes, lagartos, abejas africanas y grupos criminales.
ARG