El Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz (Sipri, por sus siglas en inglés) señaló el lunes que la cantidad de armas entregadas a clientes entre 2012 y 2016 fue superior que en cualquier otro periodo de cinco años desde 1990, año en que estaba por terminar la Guerra Fría, indica el diario británico The Guardian.
Asia fue la principal región receptora de armas en el mundo en ese periodo, con un 43 % de las importaciones mundiales de armas convencionales, un 7,7 % más que en el lustro anterior. Al respecto, destacó la actividad de tres países: China, Pakistán y la India.
En ese mismo quinquenio, Oriente Medio casi duplicó sus importaciones. De hecho, Arabia Saudita, que mantiene una intervención militar en Yemen, es el segundo mayor importador del mundo tras aumentar un 212 % su cartera de pedidos, principalmente a Estados Unidos y Reino Unido. El primer país fue la India, con el 13 % de las armas vendidas mundialmente, y tiene a Rusia como principal suministrador.
En conjunto, Estados Unidos (33%) y Rusia (23 %) han realizado más de la mitad de las exportaciones, junto a China, Francia y Alemania como los cinco proveedores principales.
“Sin un mecanismo de control de armamento regional, los países de Asia expandiendo sus arsenales”, señaló Siemon Wezeman, investigador jefe del Sipri.
No obstante, llama la atención que Irán, acusada de ser un supuesto riesgo para la paz en la región del Medio Oriente, representa apenas el 1,2% de las transferencias de armas en la zona, una amplia brecha comparada con Arabia Saudita y Qatar, que aumentó en 245 % su gasto armamentístico. De hecho, en 2016 importó su primer cargamento de armas significativo desde 2007: el sistema de defensa aéreo S-300 ruso.
En este sentido, cabe recordar la declaración del canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, quien resaltó que su país solo gasta una fracción de lo que gastan sus vecinos árabes, en respuesta a las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump hacia Irán por su programa balístico.
El informe también señala que pese a la baja de los precios del petróleo, principal ingreso económico de la mayoría de los países del Medio Oriente, los gobiernos han seguido manteniendo e incluso, incrementando los presupuestos para la compra de armas, con los países occidentales como los principales exportadores.
El texto también indica que los tres principales clientes de Estados Unidos son Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Turquía. Arabia Saudita también se ha convertido en un mercado lucrativo para Gran Bretaña, ya que vendió casi la mitad de todas sus armas a la monarquía saudí, responsable de miles de civiles asesinados en Yemen.
Con información de The Guardian e HispanTV.
JA