Un grupo de investigadores cubanos estudian nuevos usos para la vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón, denominada Civamax-efg, fármaco desarrollado en el país caribeño cuyos resultados son bastante prometedores en la lucha contra una de las enfermedades más devastadoras que afectan a la humanidad.
Para ello, el Centro de Inmunología Molecular (CIM) indaga los efectos del empleo del Cimavax combinado con otros fármacos registrados contra el cáncer pulmonar, en otros tipos de cáncer y también en fases más tempranas de la enfermedad.
Otros estudios clínicos parecidos a este, en donde la protagonista es la vacuna cubana, se realizan en instituciones de Europa, Asia y EEUU, país en el que recientemente se anunció una alianza entre el CIM y el Roswell Park Cancer Institute (Nueva York) para crear la primera compañía biotecnológica mixta entre EEUU y Cuba.
Esta vacuna -denominada terapéutica porque no cura el cáncer pero si mejora la condición clínica de los pacientes y su calidad de vida– se inyecta por vía intramuscular y su alto nivel de seguridad facilita emplearla en el nivel de atención primaria de salud.
Hasta ahora, el Cimavax se aplica en casos avanzados de cáncer de pulmón de células no pequeñas y se ha empleado en más de 5.000 enfermos cubanos. La vacuna se registró en Cuba en el año 2008 y cuenta hoy con registro sanitario en Argentina, Colombia, Perú, Paraguay, Bosnia-Herzegovina y Kazajistán, además de dos patentes de invención de las que una estará vigente hasta el 2028 en ochenta países.
ARG