La derecha venezolana en su acercamiento al extremismo político y religioso, especialmente en los últimos años, ha cargado sus acciones (tanto violentas como pacíficas) de símbolos que tienen un objetivo específico: crear una matriz de opinión a nivel internacional que, falsificando la realidad, pueda justificar un final abrupto del proceso revolucionario.
Un trabajo especial de Alba TV afirma que -desde el año 2007- la oposición (financiada por el gobierno de EEUU) se ha dedicado a formar perfiles profesionales específicos para ejecutar oficios: jóvenes dirigentes que han hecho cursos en el exterior para prepararse como periodistas, presentadores, reporteros de calle, camarógrafos y fotógrafos que están entrenados para generar cierto tipo de noticias; además de organizadores de eventos, especialistas en logística e incluso «manifestantes altamente profesionales».
Como en toda propaganda de guerra, se ha venido utilizando la fuerza de los símbolos, es decir imágenes cargadas de significados que van más allá del mero signo que los representa. Los símbolos, dependiendo del concepto al que hacen referencia, pueden llegar a tener un profundo e inmediato impacto en la psique humana.
«Sus productos, que aspiran conseguir un fuerte impacto emotivo, tienen como destino principal las redes sociales y las grandes cadenas mediáticas en el exterior, logrando que unos pocos focos de violencia sean magnificados y tengan una elevada resonancia a nivel mediático internacional».

Otro trabajo de investigación de Rusia Today asegura que en el mundo se levantó un alerta ante el fundamentalismo religioso expresado durante las guarimbas venezolanas, las cuales se desarrollaron en dos períodos: en el año 2014 y en el año 2017, dejando cerca de 143 muertos (sumando ambos ataques).
Para el sacerdote jesuita y teólogo Numa Molina, la utilización de la simbología religiosa en el marco de esos hechos violentos (guarimbas) solo puede definirse como «fundamentalismo religioso cristiano«.
En las protestas encabezadas por los partidos políticos antichavistas «se observa un nivel de violencia que intenta copiar las prácticas del fundamentalismo islámico o sionista«, afirmó Molina.
Para el teólogo, el uso de símbolos reconocibles como cruces, santos, rosarios y oraciones de manejo común obedece a una razón estratégica para los ejecutores de esos actos agresivos.
«En el caso venezolano no podrían utilizar los símbolos judíos, porque un símbolo que no esté inculturado no es capaz de transmitir nada. Por ejemplo, a un venezolano no le dice nada una media luna, pero sí una cruz».
Molina explica que el empleo de códigos remite «al oscurantismo medieval de las cruzadas, cuando matar musulmanes era visto como algo bueno, era una alabanza a Dios».
A los jóvenes encapuchados, agrega el sacerdote jesuita, se les inculcó que «matar a un policía, a un guardia nacional o a un chavista es algo bueno, y se lo transmiten utilizando simbología cristiana. Pero la mayoría de esos niños no tienen ni idea de lo que esos símbolos significan».
Este panorama ocurre, subraya, porque la «institución eclesial venezolana, no la Iglesia (pueblo), es una cúpula, una élite religiosa históricamente muy bien tratada por la oligarquía económica. Por eso, a la institución eclesial le resulta mucho más cómodo estar del lado de los ricos y no del pueblo que busca su emancipación».
Desde la aparición de nomenclaturas hebreas en los lugares de enfrentamiento pasando por sacerdotes que arengaban a los grupos violentos, el uso político de la religión en el conflicto venezolano alertó a los especialistas.
En la declaración de un joven encapuchado a las autoridades judiciales, se detallaba que antes de iniciar los enfrentamientos con la Policía o la Guardia (GNB), los guarimberos cantaban el himno nacional, seguidamente una canción religiosa y recitaban fragmentos de oraciones que les daban aliento para «el combate». Estaban completamente seguros de que estaban sosteniendo una «cruzada» al estilo de las realizadas en la Edad Media.
¿Alguien ha visto un guarimbero inteligente? Es por una duda que tengo. pic.twitter.com/tkwF1ZO0m8
— Roberto Hernández Montoya (@rhm1947) July 12, 2017
Lo que ahora se hizo una antinomia: Curas llamando a la violencia y Militares llamando a La Paz. Que contrariedad! pic.twitter.com/kgdISxMG6L
— Vladimir Padrino L. (@vladimirpadrino) June 16, 2017
Funcionarios policiales estudiaron con detenimiento la aparición de unas inscripciones en alfabeto hebreo similares a otras empleadas por grupos violentos de Libia o Siria.
5. En países como Siria, Tunes, Libia se vieron estos símbolos que marcaron la presencia de agentes extranjeros. Las alarmas se encienden pic.twitter.com/HRpo9gWB3v
— Madelein Garcia (@madeleintlSUR) July 4, 2017
A lo largo de la ruta se identificaron «43 símbolos en aceras, defensa, muros», detalla García en otro mensaje y son utilizados como un «código de comunicación y ubicación que significa ‘yo estoy aquí’, escribió la periodista.
4. Estos símbolos fueron detectados 3 días antes de la reunión de la OEA en México y suponía la presencia de agentes extranjeros en una ruta pic.twitter.com/Xx35bnn1cc
— Madelein Garcia (@madeleintlSUR) July 3, 2017
Para el internacionalista Basem Tajeldine, el apoyo israelí a los grupos violentos de la oposición venezolana no se produce de forma directa sino «a través de los grupos paramilitares infiltrados desde Colombia y que planifican hechos de conmoción mayor».
«En primer lugar por la posición histórica asumida desde la vocería de los líderes y el pueblo que guía a la Revolución Bolivariana a favor de la causa palestina, y en segundo lugar sabemos que -a lo largo de la historia- Israel siempre ha jugado a favor de los intereses políticos y económicos de EE.UU», aseguró.
La investigación realizada por Alba TV indica que esta podría ser una clasificación de la simbología utilizada por oposición venezolana:
a) Simbología extrapolada del movimiento «pacifista y antimilitarista».
b) Simbología religiosa católica.
c) Símbolos patrios.
d) Simbología, términos y prácticas de protesta tradicionalmente ligados a la izquierda, absolutamente sacados de su contexto originario para terminar en uno completamente opuesto.
e) Símbolos de las “Revoluciones de Colores”.
f) Simbología Hollywoodiense y pro-norteamericana.
g) Simbología Chavista, utilizada después de la partida física del Comandante Chávez, para “confundir”, mimetizarse y tratar de calar en los gustos e ideología del pueblo venezolano.
h) Simbología Fascista.
i) Simbología con el uso del fuego que se asemeja a los rituales de la Edad Media: promueve la acción terrorista de quemar vivas a las personas que tengan aspecto «chavista», «pobre», supuestos «ladrones» o funcionarios del Estado en medio de una muchedumbre y justificando el linchamiento.
Por su parte el terrorista, recientemente abatido (ex inspector del CICPC), Óscar Pérez también hizo uso de la religión y de los símbolos para fines políticos. Fue confirmado que pertencía a la logia de los masones. En sus discursos (videos grabados o en vivo para las redes sociales) constantemente utilizaba expresiones propias de un particular fanatismo religioso y un supuesto «patriotismo» que pretendía ganar adeptos para camuflajear sus actos violentos y justificarlos ante las masas.
Sin duda alguna, la derecha nacional e internacional se ha valido de todo tipo de artimañas para ejercer la guerra de cuarta generación sobre Venezuela; hasta ahora -con todo el financiamiento millonario en dólares- llevan dos décadas de fracasos acumulados. El pueblo ha sabido develar y vencer cada arremetida simbólica (psicológica) y física a la que ha sido sometido.
SC