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La manada o la injusticia a la española

«Pero no te resististe». Esa sentencia fue el primero de muchos avisos. Para la justicia española solo hay dos opciones ante un intento de violación: o peleas y probablemente termines muerta, o te dejas para vivir, pero en ese caso: no fue violación.

Incluso cuestionarán si en realidad no fue que lo disfrutaste y por eso no peleaste con los agresores, que en este caso particular fueron cinco. Una joven de apenas 18 contra cinco hombres en plena juventud y fuerza, ¿cómo podía resistirse?

Así fue llevado el caso de «La Manada», un grupo de hombres de entre 24 y 27 años que, aprovechándose de la situación de indefensión de la víctima que, por momentos durante el juicio, en medios y redes sociales, ha parecido ser la acusada, la violaron en un edificio al que ingresaron también de forma ilegal.

Preguntas como «¿Y no gritó?» o «¿Por qué no dijo nada?» revirtieron el paredón en favor de los cinco violadores. Es decir, que para la justicia y gran parte de la prensa, no basta haber sido abusada una madrugada de julio.

Lo que establece la sentencia emitida contra los acusados es muy claro: «En las concretas circunstancias del caso, no apreciamos que exista intimidación a los efectos de integrar el tipo de agresión sexual». Esto, a pesar de que los hechos indican que la joven fue forzada durante el encuentro sexual.

Luego del episodio, la encontró una pareja llorando en un banco cercano al lugar de los hechos, esa misma madrugada del 7 de julio de 2016, y al ser atendida en un hospital se pudo constatar que sufría una lesión en su zona genital propia de las violaciones.

Pero, continúa la sentencia emitida este 27 de abril por la Audiencia Provincial de Navarra (España): «Por el contrario, estimamos que los procesados conformaron de modo voluntario una situación de preeminencia sobre la denunciante, objetivamente apreciable, que les generó una posición privilegiada sobre ella, aprovechando la superioridad así generada, para abusar sexualmente de la denunciante quien de esta forma no prestó su consentimiento libremente, sino viciado, coaccionado o presionado por tal situación».

¿No es eso que describen precisamente una violación? Parece que no. Los acusados pasaron a ser condenados, sí, pero bajo el eufemismo de «abuso» contrapuesto al hecho de que violaron a la joven de 18 años.

Esta, además, despejó los dardos que se le lanzaron casi como acusada, al contar cómo vivió ella el evento: “Me vi rodeada por aquellos cuatro, noté que me quitaban la riñonera, sujetador y me desabrochaban el jersey atado a la cintura. Empecé a sentir más miedo cuando me agarraron de la mandíbula y me acercaron para hacer una felación, y otro me agarraba de la cadera y me bajaba los leggins. En ese momento estaba totalmente en shock, no sabía qué hacer, quería que todo pasara rápido y cerré los ojos para no enterarme de nada y que pasara rápido”.

De sus cinco agresores, tres llegaban al juicio con antecedentes, y aunque la acusación exigía 22 años de cárcel por violación, la ligera modificación conceptual determinada les dejó con una condena de apenas 9 años.

José Ángel Prenda, Antonio Manuel Guerrero y Alfonso Cabezuelo, de 27 años; así como Ángel Boza (24) y Jesús Escudero, de 26, tendrán que cumplir esta condena, aunque la Fiscalía de Navarra ya ha asegurado que recurrirá la decisión, manteniendo que se trató de una agresión sexual.

Lo hará ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, según informó en un comunicado, en el cual también se adelanta que el recurso será interpuesto en los próximos días.

De los condenados, hay un elemento que no puede pasar desapercibido: Cabezuelo, el mayor del grupo, pertenecía a la Unidad Militar de Emergencias (UME) de Morón de la Frontera, en Sevilla, mientras que Guerrero forma parte de la Guardia Civil española.

Este último es autor de 6 de los 7 videos que grabó «La Manada» durante el acto, que luego compartieron en grupos de chat con burlas y comentarios ofensivos hacia la chica.

Contraste judicial

¿Si la hubieran violado mientras rapeaban, hubiera sido más firme la condena? Al parecer sí resulta más grave proferir presuntas amenazas contra políticos y miembros de la realeza que someter entre cinco hombres a una mujer indefensa.

Al rapero Valtonyc, poco tiempo antes, se le confirmó una condena de tres años y medio por «injurias a la corona», amenazas y «enaltecimiento al terrorismo», aunque sin entrar en detalles cabe hacerse una pregunta más: ¿es un tercio de grave lo de Valtonyc, algo abstracto y sin incidencia comprobable en acciones terroristas o violentas de algún tipo, con respecto a una violación grupal de más de un cuarto de hora, cinco contra una?

Las condenas eso parecen indicar: 9 años por lo concreto y 3 años y medio por lo abstracto: así ha funcionado la justicia española en estos dos casos, el de «La Manada» marcado por la configuración machista de la sociedad; y el de Valtonyc por la necesidad política de acallar la disidencia.

JI

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