Rubio, bronceado – mentón, abdominales y biceps pronunciados – y con varias condecoraciones en su haber. Jordan Goudreau era el «sueño hecho carne» de las “Barbie Girls” y del sector más extremista de la derecha venezolana que, en febrero de 2019, había encontrado al GI Joe que liquidaría a Nicolás Maduro y a la Revolución Bolivariana… o por lo menos eso creían.
Quince meses después, este “adalid de la Libertad que defiende Supermán” se convirtió en un “estafador estafado” – pues en esas artes nadie le gana al “Guaido’s Dream Team” – y tras la ejecución de su fracasada “Operación Gedeón”, es calificado por sus antiguos patrocinantes como un “farsante” que, de acuerdo con el portal Panampost, “se vendió al chavismo tras no haber recibido dinero para iniciar el plan de captura”.
¿Un “Ché Guevara” de la Derecha?
Las credenciales de Goudreau eran las de un comando estadounidense condecorado, que se jactaba en las redes sociales de proteger al presidente Donald Trump y de asistir al menos a un mitin de este mandatario. La página de su “emprendimiento”, Silvercorp USA, mostraba su imagen usando un auricular y escaneando a la multitud como si fuera un guardia de seguridad.
Nacido en Canadá hace 43 años, Goudreau se graduó de la Universidad de Calgary con un título en ciencias de la computación y se alistó en el ejército canadiense. Más tarde sirvió en el ejército de los EEUU como sargento médico de las Fuerzas Especiales e infantería indirecta de fuego (2001 – 2016). Fue desplegado en Irak y Afganistán, ganando una reputación de «guerrero temible con un disparo experto».
Los medios hegemónicos lo presentaban como un «héroe altruista» que salió de sus fronteras para “salvar la vida de sus pares» y luchar por la “Democracia” y la “Libertad” en esas “tierras salvajes” e imponer el “American Way of Life” por considerarlo «el mejor sistema posible». Las violaciones a los DDHH y la muerte de civiles en esos países son simples “daños colaterales”, necesarios para alcanzar un «fin superior».
El «retiro» no tan honorable y una “pasantía” en Puerto Rico
Al final de su carrera militar, Goudreau fue investigado en 2013 por presuntamente estafar al Ejército de EEUU por 62.000 dólares. De acuerdo con su testimonio para la agencia de noticias AP, la investigación cerró sin cargos. Pero lo cierto es que ese “detalle” quedó registrado en su hoja de servicios y, tres años más tarde, se incorporaría a la vida civil.
En 2017 su “espíritu humanitario” lo llevó a la Isla del Encanto para prestar Servicios Privados de Seguridad tras la devastación dejada por el Huracán María. A lo largo de estos años ha salido a la luz una serie de escándalos de corrupción, vinculados con el manejo que las autoridades de la colonia estadounidense hicieron del dinero destinado a la emergencia. No es que seamos mal pensados, pero mientras muchos boricuas aún duermen bajo los toldos del FEMA (Servicio Federal de Emergencias) nuestro personaje regresó a los EEUU con fondos suficientes para fundar la empresa de seguridad privada “Silvercorp USA” al año siguiente.
El mitin de Trump
El 26 de octubre de 2018, Goudreau, radicado en Florida, asistió a un mitin de Trump en Charlotte, Carolina del Norte. Según una revisión de video e imágenes fijas del evento realizada por NBC News se ve a Goudreau con un traje negro y corbata, con un auricular, caminando por el Coliseo de Bojangles con los ojos fijos en la multitud.

Un portavoz del Servicio Secreto declaró para este medio estadounidense que la agencia «no utiliza organizaciones de seguridad contratadas ni personal para realizar operaciones de protección».
«Este individuo no es un empleado ni un contratista del Servicio Secreto de los Estados Unidos. Es común que las organizaciones que montan eventos contraten a compañías e individuos para ayudar a gestionar la asistencia y los asistentes».
Esta afirmación contradice a un portavoz del Coliseo de Bojangles – lugar donde se llevó a cabo el evento de Trump – quien manifestó que no tenía contrato con Goudreau o Silvercorp para la concentración. Entonces ¿Qué hacía Goudreau allí? ¿Quién lo contrató? ¿Se autoinvitó? o – dentro de la lógica “guaidosiana» – ¿Se trata de un montaje?
El primer contacto: Venezuela Live Aid
El primer indicio de su conexión con Guaidó y su equipo se produjo en febrero de 2019, cuando trabajó como oficial de seguridad en el evento “Venezuela Live Aid” , un concierto a lo largo de la frontera colombiana organizado por el multimillonario británico Richard Branson y que tenía como finalidad servir de “cabeza de playa” para una incursión militar en Venezuela y derrocar al Presidente de esa nación, Nicolás Maduro.

Drew White, un ex Boina Verde y exsocio de Silvercorp USA, relata que en agosto de ese año Goudreau lo contactó para hablarle sobre un plan para ayudar a asegurar los campos petroleros en Venezuela. En dicha reunión, a la que asistieron algunos inversores potenciales, este “GI Joe” presentó una operación muy diferente: un complot para sacar a Maduro por la fuerza. La idea parecía poco elaborada, y a todos les molestaba, incluso a White.
Se “hunde el barco”
El domingo 3 de mayo Jordan Goudreau y el excapitán del ejército venezolano, Javier Nieto Quintero, lanzaron un video identificándose como los organizadores de un esfuerzo por invadir Venezuela.
Esa noche, Goudreau tuiteó sobre la misión y etiquetó al Primer Mandatario de los EEUU: «La incursión de Strikeforce en Venezuela. 60 venezolanos, 2 estadounidenses ex boina verde @realDonaldTrump», reseña NBC News.
Ante el evidente fracaso de la llamada Operación Gedeón, Goudreau ofreció una entrevista – a la periodista de ultraderecha Patricia Poleo – en la que mostró el contrato de servicios que el diputado Juan Guaidó, Sergio Vergara, JJ Rendón y Manuel Retureta firmaron acordando las condiciones para la ejecución de un plan para derrocar a la Revolución Bolivariana. Acción que se llevaría a cabo por la “módica” suma de 212 millones de Dólares.
Entre la espada y la pared
Como del árbol caído todo el mundo hace leña, para sus patrocinantes Goudreau pasó de ser un brillante ex boina verde a un lunático que – de la mano de un narcotraficante llamado Clíver Alcalá Cordones – se aventuró solo en un plan para derrocar al Primer Mandatario venezolano. Desconocido por Trump, negado por Guaidó y acusado por los medios de comunicación de Derecha de «venderse al chavismo», el mercenario estadounidense devino de “GI Joe” a “soldadito de piñata”.
El Gobierno venezolano solicitó su extradición y la activación de una alerta roja de Interpol para su captura. En EEUU le abrieron una investigación por “tráfico de armas” tomando como argumento la incautación accidental, el pasado 23 de marzo, por parte de la Policía Colombiana de un arsenal que sería usado para la ejecución de la Operación Gedeón.
Todo parece indicar que los “Días de Gloria” de Goudreau finalizaron y que una suite enrejada lo espera en el horizonte… ¿O no? Pues con un proceso abierto en los EEUU, no podría ser extraditado a suelo venezolano.
Antonieta Gil/VTactual.com
Maduro: Mercenario confirmó que #DonaldTrump contrató a Silvercorp para atacar a Venezuela