El miedo por el contagio del coronavirus ha llenado en EE. UU. los hospitales, supermercados, cementerios y también las armerías, especialmente en ciudades como Los Ángeles donde decenas de personas hacen colas desde el fin de semana para comprar pistolas.
En ese condado no se registraban tantas compras de armas desde 2012, un día despúes de la matanza de la escuela primaria de Sandy Hook en Connecticut, lo que ha llamado la atención de las autoridades.
El temor al caos por la posible falta de comida o de medicinas ha hecho que la población se arme, más de lo común en ese país, lo que podría tarer como consecuencia un caos social mayor al que genera el virus.
Temor al desabastecimiento
Según el alguacil del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, el pánico se está apoderando de la gente por temor a que se acaben las reservas de alimentos y medicinas.
Las ventas aumentaron incluso en estados como Oklahoma, donde compradores advirtieron que existe el temor de que la emergencia desate descontrol social. En otros cinco estados, entre ellos Nueva York, anunciaron medidas estrictas para restringir el movimiento de sus ciudadanos ante el crecimiento exponencial del número de casos, que asciende a 4.992 en todo EE. UU. con al menos 68 muertes.
Las armerias están alarmadas por el incremento de las ventas, sin embargo no han cerrado sus puertas. Incluso han subido las ventas por internet. La página Ammo.com, que vende por municiones en línea, también ha visto un aumento reciente en las ventas.
Según la Asociación Nacional del Rifle (NRA) entre el 23 de febrero y el 4 de marzo, las transacciones aumentaron un 68 % en comparación con los 11 días anteriores.
Ante la preocupación de los ciudadanos, el huesped de la Casa Blanca, quien es un defensor de la NRA, dijo en Twitter, «no lo necesitas hasta que lo necesites», en referencia al uso de armas.
La Segunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América protege el derecho del pueblo estadounidense a poseer y portar armas. EE. UU. es uno de los países con menores limitaciones para adquirir y portar armas de fuego.
