Los activistas Adrienne Pine, David Paul, Kevin Zeese y Margaret Flowers, integrantes del “Colectivo de Protección de la Embajada de Venezuela en Washington”, detenidos en mayo de 2019 tras acusaciones del Departamento de Estado, se libraron de un juicio que resultó “nulo”, este viernes, ya que el jurado no pudo llegar a un veredicto.
La instancia encargada de la diplomacia estadounidense les señalaba de “interferir con sus funciones”, toda vez que tomaron la sede venezolana en Washington para evitar que la administración de #DonaldTrump la entregase a los delegados del diputado opositor venezolano Juan Guaidó, autoproclamado “presidente interino” del país suramericano.
Aunque se negó a permitir los alegatos de la defensa y dejó constancia de que considera que el Gobierno de Trump puede “decidir quién es el presidente de Venezuela”, la jueza Beryl Howell debió anular el juicio porque los miembros del jurado no pudieron llegar a una decisión unánime al respecto, a pesar del tiempo extra otorgado para deliberar. No obstante, Howell pidió un nuevo juicio, pero aún no hay certeza de que esto pueda ocurrir.
Los activistas estaban invitados en la legación
El gobierno de Nicolás Maduro declaró en diversas ocasiones que los activistas eran sus invitados y estaban allí legalmente, por lo que la detención transgredía las leyes internacionales que protegen la inviolabilidad de las instalaciones diplomáticas.
Durante su permanencia en el lugar, los activistas recibieron agresiones verbales y físicas, cortes de energía eléctrica y agua, así como restricción del paso de alimentos y medicinas, por parte de los acólitos de la derecha venezolana radicados en la ciudad y de cuerpos de seguridad.
FF/VTactual.com
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