El xenófobo ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, acusó al gobierno español de «favorecer una inmigración fuera de control».
«No responderemos a los insultos por parte de un Gobierno y un ministro que favorecen una inmigración fuera de control. Nosotros nos preocupamos por la seguridad, por la cultura y por la identidad del pueblo europeo«, dijo Salvini.
La declaración responde a una entrevista que dio el ministro español de Exteriores, Josep Borell, quien reprochó al líder italiano el desarrollo de una «brutal política de aislamiento» que ha desviado los flujos migratorios hacia otros países, como España.
El ministro español cree que esas prácticas dañan la idea de Europa y exige «una política de la Unión Europea (UE) unitaria y solidaria que ordene los flujos de refugiados».
El debate migratorio en la UE se reactivó a raíz del caso del Aquarius, un buque de salvamento marítimo gestionado por Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranée con 630 migrantes a bordo al que Italia y Malta se negaron a acoger en junio y que finalmente atracó en el puerto de Valencia, en España.
Desde entonces, Italia y Malta mantienen sus puertos cerrados a los buques de las ONG que operan en el mar Mediterráneo, lo que ha hecho que se dirijan a otros países.
De hecho, en estos momentos, un barco de la organización española Proactiva Open Arms viaja hacia Algeciras con 87 personas a bordo.
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