Bajo la excusa de supuestas sanciones a Nicaragua por mantener relaciones comerciales con Venezuela, la oposición venezolana continúa su embestida por ahogar la economía de su propio país, pidiendo más sanciones contra el corazón financiero venezolano, PDVSA.
Según informó el diario estadounidense McClatchy, varios representantes de la oposición venezolana se reunieron con funcionarios del Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, para exhortar a la Casa Blanca a que sancione a Nicaragua y a una empresa conjunta que, alegaron, ayuda al Gobierno de Caracas.
Se trata de la compañía privada Albanisa, una empresa mixta entre la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), y su par nicaragüense, Petronic.
Construida en el 2007 como parte de la entrada de Nicaragua a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), Albanisa es una organización intergubernamental que promueve la integración social, económica y política en América Latina y el Caribe.
Uno de los promotores de esta nueva injerencia internacional es Carlos Vecchio, coordinador político de Voluntad Popular (VP) y prófugo de la justicia venezolana, quien expreso que “PDVSA tiene operaciones con otros países que deben investigarse y deben incluirse en las sanciones, como la empresa que PDVSA estableció con Nicaragua, Albanisa”.
Vecchio afirmó que Albanisa participa en “actividades de corrupción, lavado de dinero y financiación del Gobierno de Maduro”, sin presentar prueba alguno que certifique tal acusación.
Esta nueva arremetida del gobierno de EE.UU., en confabulación con el sector político que adversa a Nicolás Maduro, busca aislar internacionalmente a Venezuela y presionar a través del cerco financiero internacional a la economía venezolana.
AMR
Nueva agresión en forma de sanciones de EE.UU. contra Venezuela