Le regaló versos a los músicos, inspiración a los guionistas, palabras de amor a los enamorados. Era Mario Benedetti, poeta y escritor uruguayo, cuya prolífica obra aportó en todos los géneros, llevando incluso un mensaje de protesta sobre el periodismo como aparato de poder y el exilio, que vivió muy de cerca gracias a la represión militar que ahogaba a Uruguay y otros países de América Latina.
Para recordarlo a 10 años de su partida física, VTActual hizo una selección de siete de los poemas de este escritor que inmortalizaron su genio y marcaron a varias generaciones con temas como el amor, la naturaleza de la existencia humana y la política, entre muchos otros.
Fuego Mudo
A veces el silencio convoca algarabías, parodias de coraje, espejismos de duende, tangos a contrapelo, desconsoladas rabias, pregones de la muerte, sed y hambre de vos.
Pero otras veces es solamente silencio. soledad como un roble, desierto sin oasis, nave desarbolada, tristeza que gotea alrededor de escombros, fuego mudo.
Hagamos un trato
Compañera usted sabe que puede contar conmigo no hasta dos ni hasta diez sino contar conmigo.
Si alguna vez advierte que la miro a los ojos y una veta de amor reconoce en los míos no alerte sus fusiles ni piense qué deliro a pesar de la veta o tal vez porque existe usted puede contar conmigo.
Si otras veces me encuentra huraño sin motivo no piense qué flojera igual puede contar conmigo.
Pero hagamos un trato, yo quisiera contar con usted. Es tan lindo saber que usted existe uno se siente vivo y cuando digo esto quiero decir contar aunque sea hasta dos aunque sea hasta cinco no para que acuda presurosa en mi auxilio sino para saber a ciencia cierta que usted sabe que puede contar conmigo.
Estados de ánimo
Unas veces me siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas. Unas veces me siento como un acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano. A veces uno es manantial entre rocas y otras veces un árbol con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas como laguna insomne con un embarcadero ya sin embarcaciones; una laguna verde inmóvil y paciente conforme con sus algas sus musgos y sus peces, sereno en mi confianza.
Confiando en que una tarde te acerques y te mires, te mires al mirarme.
Cuando éramos niños
Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta un charco era un océano la muerte lisa y llana no existía.
Luego cuando muchachos los viejos eran gente de cuarenta un estanque era un océano la muerte solamente una palabra.
Ya cuando nos casamos los ancianos estaban en los cincuenta un lago era un océano la muerte era la muerte de los otros.
Ahora veteranos ya le dimos alcance a la verdad el océano es por fin el océano pero la muerte empieza a ser la nuestra.
No te salves
No te quedes inmóvil al borde del camino no congeles el júbilo no quieras con desgana no te salves ahora ni nunca.
No te salves no te llenes de calma no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo no dejes caer los párpados pesados como juicios no te quedes sin labios no te duermas sin sueño no te pienses sin sangre no te juzgues sin tiempo.
Pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el júbilo y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo y dejas caer los párpados pesados como juicios y te secas sin labios y te duermes sin sueño y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te quedas inmóvil al borde del camino y te salvas entonces no te quedes conmigo.
Hombre que mira a su país desde el exilio
País verde y herido comarquita de veras patria pobre. País ronco y vacío tumba muchacha sangre sobre sangre.
País lejos y cerca ocasión del verdugo los mejores al cepo. País violín en bolsa o silencio hospital o pobre artigas.
País estremecido puño y letra calabozo y praderas. País ya te armarás pedazo por pedazo pueblo mi pueblo.
Informe sobre caricias
La caricia es un lenguaje si tus caricias me hablan no quisiera que se callen.
La caricia no es la copia de otra caricia lejana es una nueva versión casi siempre mejorada.
Es la fiesta de la piel la caricia mientras dura y cuando se aleja deja sin amparo a la lujuria.
Las caricias de los sueños que son prodigio y encanto adolecen de un defecto no tiene tacto.
Como aventura y enigma la caricia empieza antes de convertirse en caricia.
Es claro que lo mejor no es la caricia en sí misma sino su continuación.
ARG