Luego de que un grupo de senadores aprobara la reelección presidencial indefinida, a través de una reunión cerrada y sin consultas, grupos de manifestantes salieron a las calles y protagonizaron una violenta jornada que hasta el momento, registra 1 persona fallecida (un dirigente del partido liberal, opositor al presidente Horacio Cartes), 30 heridos y alrededor de 200 detenidos.
Este sábado, agencias internacionales reportan una tensa calma en Asunción, capital del país suramericano. Sin embargo, las declaraciones oficiales generan mayor confusión.
El canciller paraguayo Eladio Loizaga, responsabilizó a grupos violentos de estos hechos, aseguró que se trata de gente «que no entiende lo que es la democracia, no entiende lo que es la tolerancia», dijo el funcionario, sobre la manifestación de quienes protestaban la acción irregular del parlamento paraguayo.
Loizaga aseguró que frente a estas manifestaciones, «las fuerzas de seguridad han actuado con total responsabilidad», sin embargo mediante un comunicado de la Presidencia de la República, se conoció la destitución del ministro del Interior, Tadeo Rojas, y el comandante de la Policía Nacional (PN), Críspulo Sotelo, por el asesinato del joven dirigente del Partido Liberal, quien habría sido asesinado por la fuerza pública de un disparo en la cabeza.
Paraguay ha sido el país que más ha señalado a Venezuela por violaciones a la democracia, como argumento para boicotear su situación en el Mercosur. Además, estuvo entre los países que apoyó el informe unilateral del secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro contra Venezuela, con señalamientos sobre su democracia.
JS
