«Al margen de lo que ocurra con la disputa comercial», el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que mantendrá su «amistad» con el primer mandatario chino, Xi Jinping.
A través de su cuenta en la red social Twitter, el inquilino de la Casa Blanca dijo además que confía en que su par chino «retirará las barreras de intercambio porque es hacer lo correcto».
«Los aranceles se volverán recíprocos y habrá un acuerdo en términos de propiedad intelectual», vaticinó además el mandatario gringo, luego de que el dólar tuviera caídas en días continuas por la disputa arancelaria con China.
Resulta paradójico cómo Trump, mientras habla de mantener relaciones amistosas con Xi, se expresa dando veladamente órdenes sobre lo que este tendría que hacer con las medidas que ha tomado recientemente.
Especialmente, bajo la también velada amenaza de que de lo contrario no habrá un buen futuro para las dos naciones. De hecho, cerró su publicación en la red social con el siguiente mensaje: «Gran futuro para ambos países». Eso sí, solo si China hace caso.
El martes 3 de abril, la Oficina del Representante de Comercio estadounidense hizo pública la imposición de aranceles para cerca de 1300 productos de origen chino, a lo que la nación asiática respondió con aranceles a 106 productos de Estados Unidos.
Trump respondió a esto pidiendo que se evaluara la implementación de aranceles adicionales contra China, aunque para él son los orientales quienes deben rectificar sus medidas.
JI
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