Cirugías forzadas, explotación, humillaciones para mantener el peso y presión para cambiar de parejas, son algunas de las razones que motivaron a un grupo de modelos a demandar de manera colectiva a las reconocidas agencias Wilhemina, Next, Elite y Click.
El grupo de demandantes incluye hombres y mujeres, como la venezolana Grecia Palomares.
“Las agencias de modelaje más grandes y poderosas de la ciudad y del mundo han aprovechado sistemáticamente los modelos que dicen representar para desviar ilegalmente millones de dólares“, alega la demanda.
La querella colectiva, liderada por Louisa Raske, alega que los modelos no tenían poder de negociación y si se quejaban entraban en una “lista negra”.
A Melissa Baker la agencia Click, según los documentos, le sugirió que abandonase a su novio, que estaba prestando servicio militar en Afganistán, y que lo “reemplazara con una celebridad o un atleta profesional”.
Click aún le debe a Baker decenas de miles de dólares después de volver a usar su imagen en una campaña de L’Oreal sin pagarle por ello, dice la demanda.
A veces, el dinero simplemente desapareció, alega la demanda, con miles de dólares en “gastos indocumentados” que con frecuencia se extraían de los cheques y que llegaban a representar hasta el 70% de sus ganancias.
Los documentos de la corte también acusan a las agencias de ofrecer “avances” para aquellos modelos que tenían problemas de dinero justamente por no recibir sus salarios, y luego cobrarles una tasa de “interés sustancial”.
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