Luego de que el pasado 23 de febrero la oposición venezolana en colaboración con los gobiernos de Colombia y EEUU intentaran ejecutar un golpe de Estado contra del presidente Nicolás Maduro, estos actores políticos han continuando su campaña desestabilizadora en la zona fronteriza de Venezuela.
Hasta allí han llegado diferentes funcionarios estadounidenses, como el secretario de Estado Mike Pompeo, para aportar su grano de arena en la profundización de la crisis del país caribeño. Esta vez el turno fue para un grupo de congresistas y senadores de EEUU, quienes acompañados por miembros de la oposición venezolana hicieron un recorrido por Cúcuta.
La delegación de congresistas norteamericanos está conformada por Kevin McCarthy, Tim Scott, Mac Thornberry, Mike Rogers, Steve Womack, David Joyce, John Ratcliffe, Mike Johnson, Guy Reschenthauler y Peter Welch.
Esta sería la quinta visita que realiza una delegación estadounidense a la mencionada localidad, marcada por el abandonos del gobierno colombiano que por años ha permitido que su población viva de contrabandear combustible y alimentos de origen venezolano, así como de devaluar la moneda de este país, una de las principales causas de la crisis económica que afecta a la población de esa nación latinoamericana.
Ignorando esta realidad, el presidente de Colombia, Iván Duque, prefiere gastar recursos y esfuerzos en profundizar la crisis venezolana. En una declaración emitida precisamente desde Cúcuta, el Primer Mandatario pidió aplicar todas las estrategias necesarias para acabar con el gobierno legítimamente electo de Maduro.
“Nosotros necesitamos que se afiancen las sanciones, el cerco diplomático y todos los instrumentos humanitarios en el derecho internacional para que llegue a su fin esa dictadura”, subrayó el mandatario colombiano.
Durante una reunión con los congresistas estadounidenses Duque insistió en que el mandato del presidente Maduro, que él considera una dictadura, «debe terminar, debe llegar a su final».
ARG
