Entre 56 y 65 trabajadores, todos profesionales de la comunicación y el periodismo gráfico, fueron despedidos este miércoles por el diario El Clarín quien utilizó mensajes de correo electrónico y oficiales de seguridad para notificar a los afectados sobre la decisión de prescindir de sus servicios.
El operativo, que ha sido calificado de cruel, fascista y excesivo, utilizó además un cerco que aislaba a los trabajadores de la sede del diario. Desde tempranas horas se observaba a los empleados en las cercanías del edificio preguntando a un oficial de seguridad de una empresa privada, que poseía la lista de los despedidos, si sus nombres se encontraban entre los seleccionados.
Matías Cervilla, delegado de Clarín ante el Sindicato de Prensa de Buenos Aires, comparó el trato que le dieron a los trabajadores con el que le dan a los terroristas. Asimismo, denunció que en el interior de la sede del Clarín había una cantidad de empleados de seguridad privada que nunca antes habían visto.
Los trabajadores despedidos no sólo pertenecen al Clarín, también a Olé y sectores periodísticos de AGEA (Arte Gráfico Editorial Argentino, parte del mismo grupo). “Son personas de cargos no jerárquicos: redactores, fotógrafos, editores. Se cargaron a la tropa más baja”, aseveró Cervilla quien por otra parte señaló que el diario no ha sido golpeado por la crisis económica, por lo que no se explican las bajas.
En una asamblea de urgencia, reunidos de forma masiva, los trabajadores y las trabajadoras de Clarín/AGEA votaron por unanimidad en contra de los despidos y decidieron iniciar un paro. Exigen que se abra una mesa de negociación y solicitan la reincorporación de los trabajadores y trabajadoras cesados.
ARG