A un año de la embestidura del presidente Donald Trump, el foco no ha dejado de ser el «problema» migratorio, constantemente republicanos y demócratas se han mantenido en fuertes discusiones en el Senado debido a políticas que son catalogadas de «crueles» contra los inmigrantes que hacen vida en la nación norteamericana.
Esta vez la disputa ha favorecido a los demócratas, quienes al no poder concretar un trato con los republicanos dentro de un tiempo estimado, han logrado bloquear el proyecto de gastos para el gobierno que tenía el presidente Trump generando un «Shutdown» que deja operativo en materia financiera solo a los llamados «servicios esenciales» del Estado norteamericano.
Las diferencias son bien marcadas: los republicanos desean el aumento del presupuesto para atacar más a la inmigración así como la actual persecución de más de 700.000 inmigrantes para su pronta extradición, algo que los demócratas catalogan de inhumano.
Trump necesitaba 60 votos para poder lograr la renovación del presupuesto, algo que se vio frustrado por solo 48 votos obtenidos. Ante esta diferencia la Casa Blanca ha dicho que no negociará con los demócratas debido a que considera su actitud de «perdedores y obstruccionistas».
La última vez que la discusión de un proyecto habría tenido este desenlace se le atribuye a la administración del también republicano George W. Bush en octubre de 2003 cuando más de 800.000 empleados quedaron sin sueldo por 16 días. Ante estas diferencias se congela de momento la prestación de servicios de algunos entes hasta nuevo aviso y se espera que Trump reconsidere la política migratoria, algo que él mismo ha dicho que no pasará.
KH
