Más de 38.000 personas han sido evacuadas en California, desde el 23 de julio, producto de los frenéticos incendios forestales que originaron que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declarara el estado en emergencia.
El fuego provocó la muerte de dos niños y su bisabuela en la madrugada del sábado, ascendiendo a cinco la cifra de víctimas mortales y 517 estructuras derretidas, causadas por estos incendios en estado de descontrol.
Mediante el decreto, Trump autorizó al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) a «coordinar todos los esfuerzos en las tareas de socorro», informó la Casa Blanca mediante un comunicado.
El objetivo de esta medida es «aliviar» el sufrimiento de la población local y prestar asistencia a las autoridades estatales y locales.
Las altas temperaturas, el ambiente seco y los vientos han propiciado que las llamas se extiendan rápidamente por la costa este del país norteamericano y el fuego ha arrasado hasta la fecha alrededor de 32.700 hectáreas.
GG