Un ataque con disparos contra dos autobuses de la caravana de Luiz Inácio Lula da Silva en el sur de Brasil ha renovado la denuncia de que el expresidente es víctima de una cacería para impedir su candidatura en las presidenciales de este año.
Lula no se encontraba en ninguno de los dos vehículos, que trasladaba a periodistas brasileños y extranjeros, atacados cuando pasaban por Quedas de Iguazú, en el estado de Paraná. Los vehículos tienen la marca de cuatro disparos y no hubo que lamentar heridos.
Lula se refirió en las redes sociales a una «persecución de grupos fascistas». «Ya arrojaron huevos, piedras, dieron hasta un tiro en el ómnibus», escribió Lula en su cuenta en Twitter.
«Nunca había visto un salvajismo como el que estamos viendo ahora de un grupo de personas que yo no sé quiénes son, que nos esperan con palos, piedras y bombas para tratar de evitar que nuestra caravana llegue al lugar que está marcado», expresó el líder del Partido de los Trabajadores (PT).
La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, senadora por el estado de Paraná, informó de que fueron «víctimas de una emboscada», porque los vehículos recibieron los disparos cuando se vieron obligados a parar, ya que tenían las ruedas perforadas por unos clavos que había en la carretera.
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